Miércoles 17.11.2021
/Última actualización 23:25
Si bien los investigadores aseguraron que el hecho se produjo en medio de un enfrentamiento, familiares de los jóvenes detenidos rechazaron esa hipótesis y afirmaron que los involucrados no estaban armados y que acababan de salir de entrenar ya que integran las inferiores de un club de fútbol la zona.
Todo se inició en la calle Luzuriaga, en Barracas, cuando policías de la Comisaría Vecinal 4C irradiaron un alerta por la presencia de varios jóvenes en la zona a bordo de un auto Nissan Tiida color champagne que se negaron a ser identificados y huyeron.
Según las fuentes policiales, la persecución se extendió hasta el cruce de Alvarado y Perdriel, donde se logró detener a tres de los sospechosos tras un tiroteo, uno de ellos herido de bala en la cabeza, mientras que un cuarto ocupante logró escapar a la carrera. En tanto, en el marco de la persecución se registró un choque entre un patrullero y otro automóvil en el que se movilizaban efectivos de civil, dijeron las fuentes.
Como consecuencia de ese choque, dos policías resultaron heridos con politraumatismos leves, por lo que uno de ellos fue trasladado al Hospital Argerich. En cuanto al delincuente herido, fue derivado al Hospital Penna del barrio porteño de Parque Patricios, donde permanece internado en estado reservado. En tanto, fuentes policiales aseguraron que esta tarde, el joven que logró escapar a la carrera se presentó en la sede de la Comisaría Vecinal 4C junto a su madre y quedó detenido.
Los familiares de los cuatro detenidos rechazaron la versión policial y aseguraron que no habían cometido ningún delito y que acaban de salir de un entrenamiento, ya que forman parte de las divisiones inferiores de un club de la zona. Además, el tío de uno de ellos rechazó hoy en declaraciones a la prensa la hipótesis de que estaban armados.
Ante esta situación, el Juzgado de Menores 4, a cargo del juez Alejandro Cilleruelo, separó a la Policía de la Ciudad de los peritajes y ordenó que todos los trabajos forenses fueran realizados por peritos de la Policía Federal Argentina (PFA). El juez ordenó el secuestro de las armas reglamentarias de los policías que participaron en el hecho y que se les practiquen estudios de dermotest para determinar cuál de ellos efectuó disparos. Además, según las fuentes de la investigación, dentro del vehículo en el que circulaban los jóvenes fue secuestrada en el asiento trasero una réplica de plástico de un revólver.
El Nissan Tiida en que se hallaban los jóvenes quedó ubicado sobre la calle Iriarte, entre la avenida Vélez Sarsfield y Luzuriaga, junto al Parque Leonardo Pereyra, una zona muy concurrida por niños ya que hay una calesita y juegos de plaza.
El rodado tenía la puerta del acompañante y la trasera izquierda abiertas y la del conductor doblada hacia adelante. Fuentes de la investigación aseguraron que el juez Cilleruelo ordenó el traslado de tres de los detenidos al Instituto Incháusti, mientras que el restante permanecía en el Hospital Penna en calidad de detenido.