El domingo por la tarde hubo un altercado entre dos padres del público visitante, luego de una jornada en la que los equipos de la categoría infantil de la Liga Santafesina de Fútbol de Sportivo Guadalupe -local- y Loyola se enfrentaron. El mismo terminó cuando el suboficial del Servicio Penitenciario Lucas Adrián G. disparó el arma de su pareja, la suboficial de la Policía Comunitaria Guillermina A., contra un tercero con el que discutían. El episodio, por el que no hubo que lamentar víctimas, ocurrió en las afueras de la institución de calle Mitre al 7100 y mereció la intervención del fiscal Omar De Pedro, que se encontraba en las inmediaciones y actuó de oficio. Ambos uniformados están sumariados y podrían ser imputados por portación de arma de guerra y abuso de armas, él; y malversación, ella.
El presidente del Club Sportivo Guadalupe, Dito Rosso, aseguró que “los partidos se desarrollaron con total normalidad, adentro la gente se comportó bien y el público se retiró sin discordias” y que el inconveniente sucedió cuando todos estaban afuera.
El fiscal Omar De Pedro se encontraba en la zona con compañía policial ya que, momentos antes y en otro procedimiento, había observado cómo un hombre asaltaba a mano armada a 3 mujeres y huía en una bicicleta, por lo que se comunicó con el Comando Radioeléctrico para que procedieran pero no se logró ninguna detención.
Al ser consultado por lo ocurrido afuera del club de Guadalupe el fiscal comentó que los dos padres involucrados “se habían agarrado durante el partido” de los chicos de la categoría 2009, y que “cuando salen del club a los empujones, uno saca un arma de su cintura y el otro le baja la mano” y ahí es cuando se produce el disparo que “podría haberle pegado a cualquiera”, ya que todavía había personas afuera, entre ellos los niños que acababan de jugar.
El suboficial Lucas G. fue reducido por los presentes, entre ellos los profes de gimnasia y un policía de civil. El arma era la 9 mm reglamentaria de su pareja, la suboficial Guillermina A. El fiscal actuó de oficio y ordenó la detención del masculino por portación de arma de guerra y amenazas, y la aprehensión de ella por amenazas.
Desde el Club Loyola repudiaron el hecho y expresaron que “se tomarán medidas en forma urgente” ya que lo sucedido se contradice con los valores que desde el club promueven y comunican a los chicos y socios. Además, comentaron que mantendrán una reunión con el otro padre involucrado.
La pareja continúa detenida y la causa quedó a cargo de los fiscales de Delitos Complejos, Mariela Jiménez y Ezequiel Hernández. El suboficial del Servicio Penitenciario, asignado a Traslados Judiciales, podría ser imputado en los próximos días por los delitos de portación de arma de guerra y abuso de armas, y su pareja por malversación.