Por Manuela Días Fredes
El femicidio de Marina en Murphy tuvo consecuencias dentro de las fuerzas, con dos policías y una psicóloga dados de baja preventivamente y el cambio de en la jefatura de la Subcomisaría 10º.
Por Manuela Días Fredes
El asesinato de Marina del Carmen Espíndola (42) y posterior suicidio de su ejecutor, el policía Gabriel Robles (49) convulsionó no solo a la sociedad por tener que ser testigo de un nuevo femicidio en manos de un empleado de las fuerzas de seguridad, sino que puertas adentro del organismo también se desató un mismo interrogante y la necesidad de tomar medidas, al menos en lo regional.
Es por eso que después de las marchas, una en Murphy frente a la Subcomisaría 10º y otra este miércoles en Venado Tuerto, a metros de la sede policial 2º, el Ministerio de Seguridad comunicó el pase a disponibilidad del comisario Inspector Cristian Ataide que se desempeñaba en la comisaría de Murphy, el subdirector de Policía Cristian Rotela, jefe de la Unidad Judiciales y de la psicóloga Rosalía Kobila de medicina legal.
Y apuntan: “A partir del femicidio de Marina Espíndola, la subsecretaria de Bienestar policial y Género, Natacha Guala, la directora de Género Noelia Figueroa y la subsecretaria de Políticas de Seguridad Pública, Jassi Capitanelli, establecieron una mesa de trabajo en conjunto con el equipo local de la comuna de Murphy, y programaron una capacitación con perspectiva de género para la toma de denuncias para el personal de la comisaría”.
Asimismo, “el Ministerio abrió una investigación y corrió de sus funciones al personal policial de forma preventiva, para seguir con el proceso investigativo y administrativo para el esclarecimiento del caso”.
Por otra parte se puso en conocimiento que en los procedimientos se detectó el no cumplimiento del protocolo de Género que fue firmado en octubre de 2021. La Oficial María Laura Martinotti quedará a cargo de la Comisaría de Murphy y la oficial Paola Gorostiaga de subjefa.
La disposición llega debido a que Robles asesinó y se suicidó con su arma reglamentaria, la cual se la habían retirado y luego devuelto, en medio de denuncias contra él y además de que estaba bajo tratamiento psicológico. Este fue uno de los principales reclamos de familiares y mujeres de un crimen que podría haberse evitado.