Alejandra Ironici a través de los ojos de su hermana: una historia de resiliencia, sacrificios y esperanza
Durante su declaración ante el tribunal, la testigo habló sobre la vida de la víctima, la última vez que la vio, y la conversación que creyó tener con ella el día de su muerte.
Alejandra Ironici a través de los ojos de su hermana: una historia de resiliencia, sacrificios y esperanza
Alejandra Ironici sobrevivió a la violencia de una sociedad que no aceptaba su existencia y luchó para tener las mismas oportunidades y derechos que el resto de las personas. Su historia personal, repleta de sacrificios y sueños, fue llevada por su hermana ante el tribunal que juzga a su asesino.
Mercedes, la hermana menor de Alejandra, declaró ante el tribunal de juicio, conformado por los Dres. Pablo Busaniche y Sebastián Szeifert y la Dra. Susana Luna. Héctor Damián Barrero permaneció cabizbajo durante la media hora que duró el testimonio.
El hombre de 33 años fue acusado como autor de "transfemicidio, también agravado por violencia de género y por el vínculo" y "abuso sexual con acceso carnal". Al comenzar el debate decidió declarar y confesó haber asesinado a Ironici, pero no se hizo cargo de la violación.
Prisión perpetua es lo que solicitan tanto la fiscal, Alejandra Del Río Ayala, como las querellantes: Laura Gerard y Vivian Galeano del Centro de Asistencia Judicial (CAJ), que representan a la hermana de la víctima; y Sofía Basso y Marcela Mansini, en representación de la Asociación de Abogadas Translesbofeministas y la Asociación Civil para las Políticas Públicas LGBT.
Barrero cuenta con la asistencia técnica del defensor público Nicolás Mosconi.
Sin aceptación
Mercedes Ironici llegó a Santa Fe desde Tostado, ciudad en la que se crió junto a su hermana en el seno de una familia humilde. Contó que Alejandra "desde chica" se vestía con ropa de mujer, y que no era aceptada, sufría malos tratos y violencias incluso en su propia casa.
"Ella se sentía una mujer, quería vestirse como mujer, maquillarse, peinarse. Mi papá no aceptaba, se ponía agresivo", recordó, a veces "la agarraban a cintazos y ella nunca se defendía. Se encerraba y lloraba".
"Alejandra se fue cuando tenía 19 o 20 años", señaló Mercedes, "puso su poca ropa en una bolsa y se fue a la noche. Nosotros no la vimos, nos enteramos al otro día por un hombre que la vio subirse a un colectivo".
Héctor Damián Barrero se enfrenta a una posible condena a prisión perpetua. Crédito: Flavio Raina
"Se vino a Santa Fe y no supimos nada de ella. Vivió en la calle, pasó hambre, pasó necesidades", dijo con voz quebrada. "Volvimos a entablar el vínculo cuando mi mamá se enfermó", recordó Mercedes. A partir de allí, Alejandra viajó algunas veces a ver a su familia, pero "se quedaba poco", su padre seguía sin aceptarla y "ella tenía una vida en Santa Fe".
Tiempo después, "empezó a transitar su transformación física, se sometió a cirugías" y si bien no podía viajar para acompañarla, "yo siempre estuve en contacto con ella".
Con su madre ya fallecida, "una vez ella quería ir de visita a casa, y yo hablé con mi papá para poder explicarle que ella ya estaba operada, y que él aceptara cómo era ella. Ahí la relación entre ellos fue cambiando", explicó Mercedes.
Una vida digna
"Alejandra se convirtió en una excelente mujer, una luchadora con todas las letras. Le costó muchísimo llegar hasta donde llegó, poder hacer lo que ella quería, tener acceso a derechos, tener un trabajo, luchar por su DNI", remarcó con orgullo su hermana.
"Ella me contó cuando empezó a tramitar el DNI por vía judicial, y el 12 de marzo de 2012, cuando se lo entregó el Gobernador, yo pude venir. Fue una emoción total saber que podía ser lo que ella quería ser", sostuvo Mercedes.
Cuando consiguió su DNI "ella sintió que se le abrían las puertas a un montón de cosas, a la salud, al trabajo, a la dignidad de una vivienda", recordó, "a tener dignidad".
Antes de ser asesinada en agosto de 2022 "estaba feliz porque le faltaban dos materias para recibirse de abogada. Su sueño era el cupo laboral trans, ella luchaba para que sus compañeras pudieran tener acceso a algo digno".
Alejandra Ironici se convirtió en una referente social y política, que luchó por los derechos del colectivo LGBT+, y en especial, de las personas trans y travestis. No sólo logró romper con prejuicios y acceder a lugares a los que sus compañeras no habían logrado llegar, sino que fue la precursora de grandes cambios y del reconocimiento de derechos para todas ellas. Su legado continúa, Alejandra se convirtió en bandera, y su imagen nunca falta durante las marchas y reclamos del colectivo.
El dolor que genera su muerte "es irreparable". "No se lo merecía, ninguna persona merece eso", ser asesinada de esa forma.
"Personas equivocadas"
Mercedes explicó que Alejandra, que tenía 47 años, sólo le presentó dos parejas a su familia durante toda su vida. "Desde mi punto de vista, las personas que elegía eran las equivocadas para ella. Tenían problemas de adicción. Yo entiendo que la 'vivían', que estaban con ella por interés, porque ella los mantenía", indicó su hermana ante los jueces.
A Barrero lo conoció apenas unos días antes de que él la asesinara. Alejandra viajó a Tostado el 9 de agosto de 2022 para participar del bautismo de su sobrina nieta, y llevó con ella a "Damián", quien sólo se presentó con su nombre, sin decir su apellido.
Estuvieron allí hasta el 14 de agosto, en la casa de Mercedes. "Ale se presentó a hablar con el cura porque no era muy aceptada en la Iglesia y mi hija quería que ella sea la madrina", recordó, "y el cura párroco le dijo que sí podía".
Si el tribunal resuelve condenar a Barrero, se tratará de la primera condena en la provincia por transfemicidio. Crédito: Flavio Raina
Al otro día, cuando fue a hacer el cursillo, "yo quedé sola en mi casa, con Damián. Ahí él me confesó que era adicto", cuando vio su reacción "se quiso retractar, y me dijo que antes lo hacía, ahora no".
Durante los cuatro días que Alejandra estuvo en Tostado, "nunca tuve acceso a hablar sola con mi hermana, porque a dónde ella se movía, él siempre estaba atrás. No me daba ese espacio de poder estar sola con mi hermana".
La testigo comentó que cuando volvieron para Santa Fe, Barrero no se acercó a saludarla, y "Ale me dio un abrazo tan fuerte".
"Algo le pasó a Ale"
Unos días más tarde, Mercedes publicó en su estado de WhatsApp un bingo casero, para recaudar dinero para el viaje de 5to año de su hijo. Su hermana le compró cuatro, dos a nombre de ella y dos a nombre de Barrero.
El domingo 20 de agosto "era el día del niño, y yo tipo 11 de la mañana le escribí contándole quiénes eran los ganadores, y que ella no había ganado nada", recordó ahogando un sollozo Mercedes. Creyó estar hablando con su hermana e intercambió varios mensajes, incluso le mandó fotos de sus nietas jugando con los regalos que habían recibido.
Algunas respuestas le parecieron un poco raras, con palabras o expresiones que no eran usuales en su hermana, pero no les dio mayor importancia. "A la noche le volví a escribir porque la vi en línea, y no me contestó", continuó con su relato Mercedes.
Pasada la medianoche, su cuñada la llamó entre lágrimas y le pidió que se comunicara con su sobrino, quien vivía con Alejandra, porque "algo le pasó a Ale". "Lo llamé, no me podía ni hablar y lo único que atinó a decir entrecortado fue 'tía, tía, ese hijo de puta la mató, la mató'", el recuerdo de esa noche hizo que Mercedes rompiera en llanto.
Ese día no había hablado con su hermana, "había sido que el que me respondía por el celular era Damián", reflexionó.
Alejandra había sido asesinada durante la madrugada del domingo, en su casa. Luego de acuchillarla, Barrero se fue del lugar, donde convivían, llevándose consigo varias pertenencias de la víctima. Entre estas, su celular y su automóvil.
Agenda
Está previsto que la declaración de testigos continúe hasta el miércoles 20 de marzo. Los alegatos de clausura fueron agendados para el jueves 21, y se espera que el tribunal dé a conocer su veredicto el 23 de marzo, a las 8 de la mañana.