Gustavo Capeletti
Policías y bomberos excavaron en el patio. Por orden de fiscal Benegas, buscaron el cuerpo enterrado de un menor de 3 años, supuestamente asesinado. Fue a raíz de la denuncia de la menor víctima de abusos sexuales.
Gustavo Capeletti
La policía de Vera, con la asistencia de Bomberos y bajo las órdenes del fiscal Leandro Benegas, allanó anoche la casa de Manuel Díaz -el empleado judicial preso por abuso sexual de su propia hija- en busca de los restos de un nene de 3 años, que habría sido enterrado en el patio.
El allanamiento se produjo a raíz de la declaración de G.D., la menor violada por su padre, que denunció a través de su madre en sede fiscal que el chacal habría matado a mazazos a un nene de corta edad (sería un hijo extramatrimonial), para luego enterrarlo en el patio de la casa a una profundidad de unos 2 metros como parte de un rito umbanda.
El testimonio de la menor fue recogido por el Centro de Asistencia Judicial de Vera e impulsado como denuncia también ante la fiscalía por los funcionarios de ese organismo, doctores Ricardo Lamas y Silvia Hagemann, informaron desde la sede Reconquista del Ministerio Público de la Acusación.
El procedimiento se extendió hasta pasada la medianoche y culminó sin resultados positivos, según aseguró el jefe de Seguridad del Nodo 1, Rolando Galfrascoli.
Picacarne
Sin embargo, se encontró en el interior de la vivienda un martillo y un “picacarne” que, según el testimonio de la chica víctima de abuso, habría sido utilizado por su padre para terminar con la vida del nene de nombre Jonatan, que debería haber cumplido 4 años en enero.
Leandra Marinelli, madre de la menor víctima, dijo a El Litoral que su hija “describió la ropa que el nene tenía, pero no sé si le erraron o si será en otro punto del patio, pero donde ella dijo no encontraron nada. Hay una parte donde estiraron la vereda de cemento que había, el fiscal dijo que iba a seguir buscando y que va a investigar las partidas de nacimiento porque ayer hizo un año que lo mató”.
La mujer agregó que su hija asegura que “lo mató con una masa de picar carne y un martillo, que fue lo que se encontró en la casa, y también se secuestraron libros de pornografía”.
“Vieron todo”
“El chico sería Jonatan Díaz. Él lo buscaba y lo llevaba a la casa seguido; mi hija señala que conoció a uno de los que hicieron el pozo donde está enterrado. Si no encuentran el cuerpo puede caber la posibilidad de que lo hayan sacado y llevado a otro lado por el temor a que G. cuente lo que había pasado”, aseveró.
En cuanto a quién sería la madre del presunto nene asesinado, Marinelli indicó que “no se sabe, por eso el lunes el fiscal va a pedir partidas de nacimiento desde 2012 hasta ahora. Sí se sabe que el nene habría cumplido 4 años el 1º de enero de este año”.
“Cuando lo mató -sostuvo dando por cierto lo expuesto por su hija- fue un sábado o domingo a la siesta, y mis dos hijas vieron todo, cuando lo mató y lo tiró en el pozo y después Manuel (Díaz) las amenazó que si contaban les iba a pasar lo mismo”, relató.
“Olor feo”
“Lo mató el 1º de octubre y Díaz cumple años el 7 de ese mes, y festejó en la casa con un asado con amigos y el nene hacía 6 días que estaba enterrado, y la nena dice que a los 3 días empezó a despedir olor feo”, añadió la madre que estuvo presente anoche en el procedimiento.
Leandra Marinelli sostuvo asimismo: “Teníamos la esperanza de encontrar el cuerpito, mis dos hijas vieron lo que pasó pero la más grande no quiere hablar porque debe tener miedo”.
G. me contó a la noche todo esto, entonces lo llamé al fiscal y a la psicóloga porque no se sentía bien. “Me pidieron que yo haga la denuncia de que lo ella me relató. De ahí salió el allanamiento y cuando llegamos a la casa, G. fue directo al patio y les dijo que ahí estaba enterrado el nene”, finalizó.
Detenido
Manuel Díaz, de 51 años, empleado del Servicio Público de la Defensa Penal, está detenido preventivamente sin plazo en la cárcel de Las Flores, acusado por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, debido a que la víctima es una de sus dos hijas, una adolescente de 15 años. Y pesa sobre él otra imputación por el mismo delito con la misma víctima.