Rosario: acusaron a líder disidente de la barra brava de Newell's por las amenazas a Di María
El imputado es un hombre de 30 años, apodado ‘Rengo’, por el ataque a tiros registrado a fines de marzo en inmediaciones de un barrio privado, donde además se dejó una nota amenazante. También fue acusado su ladero, de 43 años. Según la acusación, el incidente tenía dos objetivos: que el jugador no regrese a Rosario Central y que ‘Rengo’ quede como único líder de la barra.
Rosario: acusaron a líder disidente de la barra brava de Newell's por las amenazas a Di María
El supuesto jefe de la barra brava disidente de Newell’s, Alejandro ‘Rengo’ Ficcadenti y Sergio ‘Bebe’ Di Vanni fueron imputados por el fiscal Pablo Socca por haber instigado la intimidación que sufrió el 25 de marzo pasado la familia de Ángel Di María en inmediaciones del barrio privado Funes Hills Miraflores. Esa noche, dos personas llegaron en un auto de color gris, efectuaron disparos al aire y antes de escapar, dejaron una nota con amenazas.
En el marco de una audiencia realizada en la mañana de este viernes 2 de agosto en el Centro de Justicia Penal, el fiscal Pablo Socca expuso que una facción disidente de la barra, liderada por Ficcadenti, de 30 años, y secundado por Di Vanni, de 43, organizó y planificó la amenaza hacia la familia del jugador de fútbol que acaba de firmar su renovación con el club Benfica, de Portugal.
El trabajo fue encargado por Di Vanni a personas «de su confianza», identificadas como Pablo Ezequiel Acotto, de 35 años, con domicilio legal en la ciudad de Pérez (al oeste de Rosario) y Sara Belén Gutiérrez, de 23 años, residente en la zona sudoeste de Rosario, fueron detenidos pocos días después y ya fueron imputados. Esta pareja, a cambio de $4 millones, fue hasta calle Fuerza Aérea al 4200 de Funes, donde está una de las puertas del barrio privado Miraflores, en un Renault Megane de color gris y consumó el ataque a tiros y dejó la nota.
En la audiencia se reveló que unos días antes, Di Vanni le mandó un mensaje de WhatsApp a Acotto en el que le dijo que el ataque debía ser el domingo o lunes «para que salga en el noticiero». Y que el día posterior a la balacera, hubo una respuesta por el mismo medio en el cual el joven escribió que el ataque «se realizó con éxito».
También se indicó que la balacera tuvo como objetivo «impedir que el jugador de fútbol decida regresar del exterior a jugar al club de fútbol rival (por Rosario Central), y de esa manera Alejandro ‘Rengo’ Ficcadenti utilizaría ese “logro” como plataforma para ganar consenso entre sus seguidores y posteriormente intentar –con el apoyo y el aval de Ariel Cantero, líder de Los Monos– tomar el liderazgo de la barra brava de Newell’s, junto con Di Vanni y otras personas no identificadas a la fecha, desplazando de esa manera al grupo comandado por el actual líder (Luciano Gallardo).
Además, «se buscó infundir temor y generar conmoción en la población, evidenciado en la selección de la víctima como blanco del ataque y la mención en la nota al gobernador de la provincia de Santa Fe, como así también en los medios materiales empleados para la concreción del ilícito y el contexto de atentados –balaceras, homicidios– que sufría la ciudad de Rosario, donde internos de alto perfil alojados en diferentes unidades penitenciarias del país se adjudicaban la autoría de esos ilícitos como muestra de descontento en las nuevas condiciones carcelarias», se dijo durante la audiencia.
El juez de Primera Instancia, Pablo Pinto, tuvo por formalizada la audiencia, haciendo lugar al pedido del fiscal Socca, dictando la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para ambos imputados (al menos dos años).
La detención
Alejandro ‘Rengo’ Ficcadenti y Sergio ‘Bebe’ Di Vanni fueron detenidos en la madrugada del jueves 25 de julio en el marco de una serie de allanamientos realizados en distintos puntos de Rosario y Piñero. Según indicaron en su momento fuentes de la investigación, el arresto se produjo en inmediaciones de bulevar Seguí al 5300, cuando estas dos personas estaban por subir a un vehículo marca Audi A4.
Además de los arrestos, se secuestraron más de 16 millones de pesos y al menos ocho teléfonos celulares.