Joaquín Fidalgo
Así lo dispuso el fiscal que entiende en la causa, Andrés Marchi. Los investigadores sospecharían de él por algunas contradicciones.
Joaquín Fidalgo
jfidalgo@ellitoral.com
Jésica Ronsoni tenía 24 años y vivía en barrio Guadalupe de nuestra ciudad, junto a su pareja, de la misma edad. Ella fue asesinada en horas de la madrugada de este lunes, en la zona noroeste de la ciudad, en circunstancias todavía confusas. Él fue arrestado por la tarde, por orden del fiscal del caso, Andrés Marchi, quien tiene elementos para sospechar de su papel en el incidente.
Ronsoni ya estaba muerta cuando un móvil policial llegó a la escena del crimen, sobre la avenida Teniente Loza, a escasos metros de la Circunvalación Oeste. Su cuerpo estaba dentro de su vehículo utilitario. La policía había sido alertada telefónicamente por concubino de la mujer, que manejaba el rodado y que se mostraba shockeado en el lugar.
El hombre estaba golpeado y tenía marcas de rasguños. Aseguraba que habían sido atacados por delincuentes que le robaron la cartera a su mujer y después la ejecutaron, pero no recordaba todos los detalles porque había perdido el conocimiento al ser golpeado por los malvivientes.
Su arresto fue dispuesto por el fiscal, aparentemente luego de algunas contradicciones en las que habría incurrido.
Mientras, los investigadores de la PDI analizaban distintos videos registrados por las cámaras de seguridad de la zona para corroborar los dichos del joven, que quedó alojado en sede policial, donde puede permanecer hasta 24 horas bajo esa figura. Luego, el fiscal deberá decidir si lo libera o si lo acusa formalmente por el hecho.
“Educados y cordiales”
Jésica era una joven docente oriunda de Emilia, localidad ubicada 65 kilómetros al norte de nuestra ciudad. Ella daba clases y vivía en nuestra ciudad, en una vivienda de barrio Guadalupe (Riobamba al 7000), junto a su pareja. Ambos se habían mudado aquí hace aproximadamente dos años.
Sus vecinos los describieron como “dos chicos sumamente educados y cordiales”, a los que “se los veía poco”. Es que Jésica tenía dos trabajos: por la mañana daba clases en la escuela San Cayetano (Padre Monti) y por la tarde lo hacía en la Escuela Beleno. Fernando, por su parte, se dedicaba a reparar artículos electrónicos.
Inconsciente
Según pudieron reconstruir los investigadores, la pareja se trasladó hasta la localidad de Recreo el domingo a bordo de su utilitario marca Chevrolet. Luego de cenar, ambos regresaron a la ciudad por la avenida de Circunvalación. El conductor contó que un automóvil negro los siguió y al bajar por avenida Teniente Loza se cruzó en su camino para obligar a que se detengan.
Entonces, habrían sido atacados por los delincuentes, uno de los cuales hizo bajar al hombre y lo llevó a la parte trasera del rodado, donde lo golpeó y lo dejó inconsciente, según él manifestó a los policías.
El joven dice que alcanzó a sentir los gritos de su mujer y algunos disparos de arma de fuego antes de perder el conocimiento. Al despertar, encontró a su pareja ya sin vida. Entonces, llamó a la Central de Emergencias 911.
Trascendió que un proyectil había hecho estallar el vidrio de la puerta del acompañante y que los peritos hallaron un proyectil incrustado dentro del vehículo.
Rastrillaje
Los supuestos asesinos habrían escapado del lugar sólo con el bolso de la mujer.
En las horas siguientes al episodio, personal policial rastrilló minuciosamente algunos zanjones y bañados cercanos en busca de elementos que pudieran estar vinculados con la causa, pero las tareas terminaron sin mayores novedades.