La adolescente, que iba con una amiga, fue arrinconada, la amenazaron con un cuchillo, la tiraron al piso y le quitaron sus pertenencias.
Este miércoles por la tarde asaltaron a la nieta del Trinche Carlovich. Dos personas arrinconaron a la joven de 15 años, amenazándola con un cuchillo, la tiraron al piso y le quitaron sus pertenencias. El hecho ocurrió en la zona de San Juan y Felipe Moré, muy cerca de donde en mayo pasado fue asaltado el ex futbolista rosarino, que murió dos días después por los golpes recibidos en la cabeza.
Bruno Carlovich, papá de la nena asaltada e hijo del Trinche, dialogó con La Capital y contó cómo fue el asalto. La chica había pasado la noche en la casa de una amiga y cerca de las 16 ambas se fueron en bicicleta al entrenamiento de handball en el Centro Asturiano. "Venían por San Juan y al pasar por la vía de Felipe Moré salieron dos, la quieren agarrar a la compañera de mi hija, pero no pudieron y manotearon a ella. La agarraron, la empujaron, con un cuchillo le sacaron la mochila y la bicicleta", contó el hombre. "Fue la misma vía donde asesinaron a mi viejo, y los tipos se fueron corriendo para el lado de Santa Fe", agregó.
El 6 de mayo de 2020 el Trinche fue asaltado violentamente en la esquina de Paraná y Eva Perón. La leyenda del futbol rosarino, que tenía 74 años, recibió un golpe en la cabeza y aunque no perdió el conocimiento con el paso de las horas quedó en grave estado. Después de varios minutos de demora del servicio de emergencia para asistir al lugar, el Trinche fue internado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Falleció el viernes 8 de mayo, después de una complicación y una operación de urgencia. Por el hecho quedó imputado Juan Ariel "Bocacha" M., un hombre de 32 años que quedó en prisión preventiva por el delito de robo seguido de muerte.
Bruno Calovich, vecino de la zona, contó que "esto es de toda la vida, no es de ahora". "Yo tengo 45 años y a mí me asaltaron ahí cuando tenía 13", agregó. "Esto tomó mucha trascendencia por el asesinato de mi viejo y por el apellido nuestro que es público, pero hay un montón de gente a la que le pasa y nadie se hace cargo", explicó. A su vez se mostró compungido por el trato en la Comisaría 14 al momento de hacer la denuncia por el robo a su hija. Le dijeron que si había ocurrido del otro lado de las vías tenía que concurrir a la Comisaría 7ma, de Cafferata al 300.