En las primeras horas del lunes un nuevo homicidio se produjo en barrio Loyola, en la zona noroeste de la ciudad de Santa Fe. La víctima, un hombre de 33 años, fue asesinada en su propia casa, ubicada en la intersección de La Pampa y Camino viejo a Esperanza. Del brutal crimen participaron varios agresores, los que actuaron con suma ferocidad.
Los primeros uniformados que llegaron al lugar se encontraron con una escena caótica: varias personas que gritaban y señalaban hacia el interior de la propiedad, indicando que una persona estaba agonizando. Sin perder tiempo, los policías ingresaron y observaron un hombre tendido en el suelo, rodeado de un charco de sangre.
No están claros todavía los motivos que desencadenaron el trágico hecho.
En ese momento, se solicitó asistencia médica a través de la radio policial y también se entrevistó a un joven, testigo del suceso. Según su testimonio momentos antes tres hombres, uno de ellos apodado "Tuki", habían llegado a la vivienda trasera con la supuesta intención de vender un ventilador. Ante la negativa de comprar, se escucharon dos disparos de arma de fuego y cuando el joven fue a ver qué había sucedido, encontró al dueño de casa, Omar Alfredo Cosuti (33), tendido en el suelo.
Una unidad sanitaria del Sies 107 se presentó en el lugar y un médico examinó el cuerpo del nombrado constatando su fallecimiento a causa de un impacto de bala en el rostro. El proyectil ingresó por la boca y salió a la altura del occipital, según consta en el informe del profesional.
Hasta acá el salvaje asesinato sería consecuencia de la fallida venta de un ventilador. Sin embargo algunos pesquisas no creen en esa versión y sospechan que el crimen pudo ser la trágica derivación de una deuda.
Como es de práctica se informó lo sucedido a la Dra. Ana Laura Gioria, fiscal de la Unidad Fiscal Especial de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación, quien dispuso la presencia de los peritos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), así como la realización de entrevistas a testigos.
En este sentido los peritos que trabajaron en la escena del suceso levantaron desde el patio anterior del inmueble 2 vainas servidas calibre 9 mm. y observaron 4 orificios de bala: dos en una pared y dos en una lona ubicada en el frente de la vivienda sobre un alambrado.