Un kiosquero de 45 años fue asesinado este domingo durante un asalto, en plena zona comercial de la localidad bonaerense de Ramos Mejía, y por el hecho fue detenida una pareja, que entre sus integrantes tiene una menor de edad.
Detuvieron a una pareja. Vecinos pidieron justicia en las calles de la localidad bonaerense.
Un kiosquero de 45 años fue asesinado este domingo durante un asalto, en plena zona comercial de la localidad bonaerense de Ramos Mejía, y por el hecho fue detenida una pareja, que entre sus integrantes tiene una menor de edad.
El hecho se produjo alrededor de las 14:00 en un drugstore situado en la Avenida de Mayo al 800, de esa localidad del partido de La Matanza, en la zona oeste del conurbano, y tuvo como víctima al comerciante Roberto Sabo.
Los delincuentes, un joven de 29 años y una chica de 15, entraron al local con fines de robo y en circunstancias que no se habían determinado, le dispararon en la cabeza a Sabo, para luego darse a la fuga.
Mientras el comerciante perdió la vida en el acto, con el fin de completar el escape, los asaltantes en primer lugar le robaron el auto a un remisero y luego la moto a un repartidor delivery.
Finalmente, los delincuentes fueron detenidos y llevados a la comisaría segunda de La Matanza, situada a unos 300 metros de la escena del crimen.
Por el hecho, vecinos y comerciantes de la zona, una de las áreas de mayor poder adquisitivo del distrito, iniciaron una protesta para reclamar justicia y seguridad.
"La Policía llegó rápido e hizo lo que tenía que hacer. Acá lo que fallo es la prevención. No puede ser que se pierda una vida humana de esta manera", expresó Ulises, un vecino de la zona, en diálogo con el canal TN.
La protesta comenzó pasadas las 18, cuatro horas después del crimen, los manifestantes se trasladaron a la puerta de la comisaría de Avenida de Mayo 549, donde una hilera de oficiales, con cascos y escudos, les impidieron el ingreso. “Hijos de put..., hijos de put...”, gritaban al tiempo que cortaban la calle y encendían una fogata.
“Queremos que se acerque el ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni o el subsecretario General de Protección Ciudadana del municipio, Jorge Tapia. Queremos la palabra autorizada de alguien en este tema. Los vecinos cada vez son más y están más enardecidos por las pocas respuestas que tenemos”, apuntó el vecino. Cerca de las 20 se rumoreaba que Berni iba en viaje hacia el lugar.
Y siguió: “La manifestación se está haciendo cada vez más grande. Nos vamos a quedar acá hasta que aparezca alguien. Parece que uno de los delincuentes es menor y sería liberado en cualquier momento. La gente está indignada porque mañana puede salir a asesinar a otra persona”.
Entre los autoconvocados, se lo vio a Pedro Sabo, el padre del kiosquero, quien lloró frente a las cámaras. “Arruinaron una familia”, dijo el hombre y explicó que su hijo heredó el comercio que antes era de él y que lo atendía junto a uno de sus nietos. “No sé si mañana no voy a trabajar y me matan a mí también”, dijo hombre visiblemente descolocado.