Danilo Chiapello | [email protected]
En Los Hornos un joven de 23 años fue ultimado a tiros. Otro hecho similar ocurrión en San Pantaleón donde mataron a un hombre de 38 años.
Danilo Chiapello | [email protected]
Un joven de 23 años y un hombre de 38 perdieron su vida tras resultar acribillados a tiros, en dos sangrientos hechos ocurridos durante el transcurso del sábado y que no guardan relación alguna entre sí.
El primer incidente ocurrió minutos después de las 6 de la mañana en Angel Casanello 3400, esto es, casi esquina con Gdor Freyre, en barrio Los Hornos.
A esa hora Nahuel David Molina (23) regresaba de trabajar en Autobuses Santa Fe, empresa donde desde hace varios años se desempeña como mecánico en el turno de 22 a 5 hs.
El joven bajaba de su auto y se disponía a ingresarlo a una cochera cuando fue abordado por uno o más desconocidos. En ese contexto recibió no menos de cuatro disparos.
El ataque contra Molina tuvo una violencia singular, a punto tal que los vecinos de la zona aseguran haber escuchado entre 5 a 7 detonaciones. Uno de los balazos impactó contra el maltrecho portón de la cochera, donde todavía se puede observar el abollón en la chapa.
En condición desesperante fue trasladado hasta el hospital Cullen donde se le constató dos impactos de bala en abdomen y otros tantos en la zona de glúteos.
Los médicos que asistieron a Molina dispusieron una intervención quirúrgica de urgencia, quedando luego internado en condición sumamente delicada. En esta situación permaneció hasta pasadas las 17 en que se produjo su fallecimiento.
Final inesperado
Nada hacía pensar que la vida de Nahuel podía terminar de manera tan violenta.
Tanto sus vecinos como sus familiares lo definieron como un muchacho sumamente respetuoso y trabajador.
“Desde muy chico siempre le gustaron los motores. Ya era un adolescente cuando se acercó a los talleres de los colectivos donde comenzó a ganarse unos pesos y desarrolló su vocación”, comentó Héctor, el padre del fallecido, en diálogo con El Litoral
“Respecto a lo acontecido no sé bien qué pasó. Me sorprende semejante ataque a tiros. A el solo le falta su teléfono celular, pero no sé si se lo robaron o si se lo llevaron los investigadores”, agregó.
Nahuel estaba en pareja con una mujer pero no convivían. Ambos eran padres de un niño de 4 años.
El caso está siendo investigado por agentes de la PDI y hasta el momento no se han producido detenciones.
En San Pantaleón
Pero apenas un rato después se tuvo conocimiento de otro grave hecho de sangre.
Eran cerca de las 21 cuando varios llamados telefónicos al 911 alertaron sobre un grave incidente ocurrido en la zona de Agustín Delgado y Estrada, esto es, detrás del Cementerio Municipal, en lo que se conoce como barrio San Pantaleón.
En dicho sector Mario Esteban Ríos (38) fue blanco de un ataque a balazos cuando regresaba de una jornada de pesca junto a dos de sus hijas, de 19 y 20 años.
Las mujeres aseguran que en el camino de regreso a su casa fueron interceptados por dos sujetos que comenzaron a pelear con su padre. Y en ese contexto uno de los agresores sacó un arma de fuego y efectuó un disparo contra Ríos.
Fueron sus propios familiares quienes trasladaron al herido hasta el hospital Iturraspe donde tras recibir una primer asistencia fue derivado al hospital Cullen donde ingresó en condición crítica.
Se le diagnosticó herida de arma de fuego con orificio de entrada en cadera lado derecho, pasando a quirófano. Pese a los esfuerzos realizados, minutos después de las 21 se produjo su deceso.
Poco después una intervención de agentes del Comando Radioeléctrico abrió la puerta a un principio de esclarecimiento de este caso.
Es que los uniformados detuvieron a dos hombres (ambos mayores de edad) quienes circulaban en vía pública con una “Tumbera”, los cuales fueron sindicados como los agresores de Ríos.
Ya avanzada la noche vecinos de la zona prendieron fuego a un rancho que es propiedad de uno de los imputados, en un siniestro que debió ser sofocado por los Bomberos Zapadores.
Puesto al tanto del asunto el fiscal Andres Marchi dispuso que ambos sujetos sean identificados por “Homicidio calificado y portación de arma de guerra”.