Por José Luis Pagés
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El asesinato de la poeta santafesina Elvira Mónica Cudde es investigado por los agentes de la Sección Homicidios, pero hasta el momento no se sabe de ningún progreso en la investigación del caso.
Muerta por sofocación, la anciana mujer, de 91 años de edad, fue encontrada ayer por los bomberos que, a solicitud de los vecinos llegaron para apagar el incendio que se había iniciado en su casa de Agustín Delgado 3980.
A las cuatro de la mañana, los servidores públicos rompieron las aberturas e ingresaron para, en contados segundos, sofocar las llamas que amenazaban extenderse a todo el inmueble.
El fuego que avanzaba sobre ropas de cama y prendas de vestir embebidas en alcohol fue apagado y las llaves de la cocina de gas fueron cerradas antes de que al incendio siguiera una explosión.
En ese punto, los policías de la Seccional 6a. y otras dependencias entendieron que la quemazón y el posible derrumbe que seguiría a la deflagración había sido programado con intención de ocultar el crimen que ahora tenían a la vista.
En una de las habitaciones -adonde el fuego no llegó-, yacía el cuerpo sin vida de la dueña de casa. El cadáver -el médico policial apuntaría en su informe que la muerte databa de unas 48 horas antes- tenía la cabeza cubierta por una bolsa de nylon y estaba envuelto en una frazada.
El cuadro permite asegurar que el asesino no mató a la víctima gratuitamente. Es decir, que no fue un desconocido cualquiera quien en un descuido de la dueña de casa entró con intención de robar unos pesos y escapar después.
Algún objetivo perseguía el matador cuando asfixió a la anciana y recién 48 horas después terminó de preparar un estudiado escenario que llevara a pensar lo ocurrido como un desgraciado accidente.
Se sabe que Cudde había cobrado una jubilación pero de un tiempo a esta parte, ella no manejaba dinero, al punto que si comía era porque algunas personas la invitaban a la mesa familiar.
¿Quién manejaba su cuenta, si esta existía todavía? Nadie deja de cobrar una jubilación de la noche a la mañana. ¿Por dónde se iba ese dinero, al bolsillo de quién iba a parar? ¿Alguien hizo negocios a su nombre?
Dos poemarios publicados por Cudde en los ’80 fueron reeditados en el ’97. Entonces Cudde, con 80 años, ¿pudo ocuparse de un trámite complejo que requería de su intervención personal?
Quizás la poeta pudo aquello y mucho más, pero recuerdan algunos que dos, acaso tres años atrás, su casa fue desvalijada, sus documentos desaparecieron y ella quedó poco más o menos que en la total indigencia.
Desde entonces, la respuesta solidaria de algunos vecinos le permitió sobrevivir dignamente, pero bien se sabe que no todos piensan y actúan humanamente ante un persona doblegada por los años y la adversidad.