De la Redacción de El Litoral
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Un vehículo de la Municipalidad, concretamente el que traslada habitualmente al intendente José Corral, fue víctima esta madrugada de un atentado. Se trata de un Peugeot 807 full, modelo 2010, que estaba estacionado frente a su domicilio, en barrio Candioti. El valor económico está estimado en 150 mil pesos, según portales de Internet dedicados a la venta de autos.
En diálogo con El Litoral, el intendente contó que el hecho ocurrió pasadas las 4 de la mañana. Señaló que fueron sus propios vecinos quienes le avisaron que había fuego en el interior del vehículo y que fue en cuestión de segundos que se incendió por completo.
“Estábamos durmiendo. Hasta que a las 4.15 de la madrugada suenan el timbre y el teléfono de casa y nos despertamos. Eran vecinos que me advertían lo que estaba pasando”, señaló Corral.
Consultado sobre si alguno de esos vecinos fue testigo ocasionalmente del hecho, indicó que nadie habría visto nada sino que “escucharon una explosión y salieron a ver qué pasaba cuando se encontraron con fuego adentro del vehículo”.
El intendente consideró lo ocurrido como un hecho de extrema gravedad. Pese a ello, su tono de voz, a través del teléfono, se sentía igual que siempre: sereno y tranquilo. Es que, remarcó, “lo ocurrido nos ratifica que vamos por el buen camino”.
Esta frase de la máxima autoridad del Departamento Ejecutivo Municipal tiene que ver con las causas que podrían haber derivado en el atentando. “Nosotros asociamos lo sucedido a las políticas de ordenamiento que estamos llevando adelante en varias cuestiones y molestan a ciertos grupos mafiosos, que queremos desarticular. De todas maneras, hechos como éste, lejos de amedrentarnos, nos fortalecen a continuar más firmes que nunca con estas decisiones de ordenamiento vinculadas a la actividad nocturna, a la aplicación de sanciones con transparencia y a la realización de los operativos de control del transporte”.
Frentes abiertos
Aunque el intendente fue cauto a la hora de nombrar responsables, sobre todo porque eso lo deberá determinar la Justicia, recordó dos hechos de similares características: por un lado el más reciente, que tuvo como víctima a la supervisora de Espectáculos Públicos de la Municipalidad que realizó la clausura preventiva del Complejo Island Vip la semana pasada, y por otro lado, el sufrido por el administrador general de la Justicia de Faltas, Cornelio Collins, en el mes de abril. En ambos casos, un artefacto explosivo fue arrojado contra sus vehículos particulares.
“Yo no tengo pruebas, por lo que no puedo culpar a nadie. Sí puedo decir que el atentado al auto oficial del intendente se da en un contexto donde la supervisora de Espectáculos Públicos realizó la clausura preventiva de un boliche por encontrar dos menores adentro y a pocos días de que terminen las actuaciones contra empleados municipales que quedaron bajo la sospecha de haber realizado operatorias irregulares para la cancelación de infracciones por lo cual fueron separados preventivamente de sus cargos y están bajo sumario administrativo”, señaló José Corral.
En horas del mediodía El Litoral pudo saber que la Municipalidad clausuró de manera preventiva este fin de semana el boliche Kwam, también por detectar menores adentro. Anoche, entre las 0.50 y las 2 de la madrugada, los empleados de boliches realizaron una protesta en la zona de bulevar Gálvez entre República de Siria y Rivadavia.
Por último, el intendente agradeció a los Bomberos Zapadores y al 911, que no tardaron en llegar a su domicilio y actuar en consecuencia. También a la fiscal NN Dra. María del Carmen Bertone y al fiscal de turno, Dr. Jorge Andrés, que realizaron las actuaciones correspondientes, al comisario Rafael Grau, Jefe de la Unidad Regional I, y al propio ministro de Seguridad de la provincia, Raúl Lamberto, que se solidarizó y puso a disposición para resolver el caso.
Cómo se inició el fuego
Las primeras pericias de bomberos determinaron que el auto oficial del intendente comenzó a incendiarse en el espacio que hay entre la goma derecha y el guardabarros. Allí, colocaron una tela —también puede haber sido algodón o papel de diario— embebido en combustible y lo prendieron.
Cuando el fuego penetró al interior del Peugeot 807, consumió los asientos y derritió el material de plástico. También hizo estallar los vidrios, lo que probablemente despertó a los vecinos.