Jueves 13.1.2022
/Última actualización 14:10
Un oportuno llamado al 911 de un joven víctima de robo que alcanzó a escapar de su casa para pedir ayuda, terminó con el delincuente detenido, cuando estaba a punto de fugarse en una bicicleta, en la que se disponía a cargar una garrafa violeta y una valija rosa llena de cosas sustraídas a la víctima.
Los primeros en llegar fueron los efectivos de la Policía Comunitaria que patrullaban el barrio Guadalupe Oeste y les informaron por radio que se dirigieran hasta una casa de la calle Mitre al 7500.
En la vereda y cual malabarista callejero, Julio Néstor Rodríguez intentaba en vano apilar la sarta de objetos que acababa de robar. Tras ponerle las esposas, los uniformados detectaron que además, llevaba consigo una réplica de arma de fuego a gas comprimido, la cual agravó su situación frente al delito que le fue imputado más tarde en los tribunales locales.
Prensa URI Los efectos sustraídos fueron devueltos a su dueño, una vez que labraron el acta en la que consta lo que intentó llevarse.Los efectos sustraídos fueron devueltos a su dueño, una vez que labraron el acta en la que consta lo que intentó llevarse.Foto: Prensa URI
Juicio abreviado
El hombre de 36 años fue trasladado a la Seccional 8va. donde rápidamente saltó que contaba con antecedentes penales, lo cual fue comunicado, junto con el hecho, a los fiscales en turno Rosana Peresín y Manuel Cecchini.
La detención se produjo el lunes 10 de enero, a primera hora de la mañana, y fue imputado este miércoles por el delito de "robo calificado por el uso de arma de utilería, en grado de tentativa" en carácter de autor.
Durante la audiencia, en la que los fiscales Peresín y Cecchini expusieron los hechos ante el acusado y la defensora pública Leticia Feraudo, se anunció también el acuerdo alcanzado por las partes para que el caso se resuelva mediante la modalidad del juicio abreviado.
Para el caso, Rodríguez, que vive apenas a tres cuadras de la víctima, admitió su responsabilidad y con ella una condena a 1 años y 6 meses de prisión de cumplimiento efectivo, más la declaración de reincidencia, dados sus antecedentes penales.
Quien admitió el acuerdo fue el juez penal José Luis García Troiano, que no obstante dispuso la prisión preventiva para el reo, hasta tanto le sean notificada la condena.
Según expresó una de las víctimas del suceso -quien a su vez conoce a Rodríguez del barrio-, esa mañana se encontraba durmiendo junto a un amigo cuando alrededor de las 6, ambos fueron despertados por el intruso al grito de: "No me miren, están robado".
A punta de pistola -que luego se supo que era de aire comprimido-, Julio N. Rodríguez comenzó a exigirles "dinero, pastillas, oro o plata" y comenzó a revolver la casa tomando lo que consideró de mayor valor.
Así, sustrajo algo de efectivo de una billetera, y luego preparó una bicicleta playera, en la que intentaría llevarse un turbo, una garrafa de 10 kg, una máquina de afeitar eléctrica, un medidor de insulina, un televisor de 32" marca Phillips, un par de ojotas, auriculares zapatillas, 3 celulares, 2 cámaras fotográficas, una caja de herramientas y una valija de color rosa en la que guardó ropa y otros elementos de uso personal.
Tan entretenido estaba con el botín que no se percató de que uno de los muchachos logró cruzar hasta la casa de un vecino para llamar al 911, que llegó al lugar casi de inmediato.