Juliano Salierno - jsalierno@ellitoral.com
La muerte de Carlos Alberto Zualet comienza a dilucidarse en los tribunales locales, tras los primeros resultados de la autopsia, en la que se acreditan los motivos. Las circunstancias en la que se produjo el hecho, abonan tanto la hipótesis de suicidio, como la posibilidad de que se trate de un caso de gatillo fácil, aunque para los investigadores esta última podría perder fuerza ante los primeros informes.
“Mente de Pollo” Zualet tenía 27 años y un largo historial en el mundo del delito. El jueves pasado la policía trató de interceptarlo en uno de los accesos del oeste de la ciudad, cuando circulaba en una moto Honda negra de 150 c.c. Iba junto a una joven de 15 años y trató de escaparse ante la presencia policial.
Su reacción obligó a los efectivos -que volvían de atender un robo en autopista- a emprender una persecución que finalizó a la altura del cruce de Autopista y Circunvalación Oeste.
Dos disparos
Según el relato policial, en el lugar fue hallado el cuerpo sin vida de Zualet, y a su lado un arma de fuego de grueso calibre junto con la moto que había quedado abandonada. Su acompañante, trató de escapar pero fue apresada en las inmediaciones.
La autopsia practicada por el Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial determinó que el deceso se produjo por efecto de “un disparo a boca de jarro en la zona del cráneo”, confirmaron fuentes tribunalicias. La bala ingresó del lado izquierdo y provocó “un orificio con entrada y salida”, agregaron.
Las dudas sobre si fue él quien se remató ante la imposibilidad de escapar, o si acaso le dieron alcance y ejecutaron en estado de indefensión, se acrecentaron al advertir que el cuerpo de Zualet presentaba otro disparo en la parte posterior de su hombro derecho.
Pero el reconocimiento del personal policial que lo persiguió de que hubo intercambio de fuegos y que debieron dispararle para repeler el ataque del fuguista, dan sentido a esa herida lacerante a la altura del hombro.
Era zurdo
Con respecto a los testigos, hasta el momento no hay nadie que pueda describir el momento en que Zualet dejó de existir. La chica de 15 años que lo acompañaba reconoció que no pudo ver nada porque escapó ni bien descendieron de la moto. Y al parecer no hay más personas en la escena que puedan atestiguar.
Allegados al joven fallecido confirmaron que por la zona en la que ingresó el disparo que terminó con su vida, casi no quedan dudas de que se trató de un suicidio, puesto que Carlos Alberto Zualet era zurdo y la bala ingresó por la sien izquierda.
Además, se aguardan los informes bioquímicos, ya que se presume que el perseguido habría estado obnubilado, bajo los efectos de alguna sustancia narcótica. Tal vez por ese motivo fue que optó de manera irreflexiva por quitarse la vida y no se entregó como tantas otras veces en las que fue detenido.
En el lugar donde fue hallado el cuerpo de Zualet, la policía secuestró una pistola de calibre 9 mm y una vaina servida. También, se levantaron vainas de cartuchos de pistola y escopeta, presuntamente accionados por la policía.
No hay imputados
Aunque todavía restan algunas medidas de prueba, el expediente en el que se investiga el deceso de Carlos Alberto Zualet está caratulado como “sobre su muerte”, lo cual indica que no existen personas imputadas ni atribución delictiva alguna. La causa está radicada en el Juzgado de Instrucción Tercera, a cargo del Dr. Luis Octavio Silva; y la fiscalía de feria es la N° 6, del Dr. Rubén Díaz.
“Mente de Pollo” era el apodo con el que se lo conocía en su entorno, y también en la ciudad entera, ya que su sobrenombre ganó trascendencia pública cuando se lo vinculó a resonantes casos delictivos, como el homicidio del comerciante Mario Laracca en 2007, del cual finalmente quedó desvinculado y aún se encuentra impune.
El joven de barrio Barranquitas tuvo causas por una variada gama de delitos, entre los que sobresalen el narcotráfico, portación de armas, lesiones e incluso se lo llegó a vincular con el mundo del proxenetismo.
Ante semejante historial, una futura detención portando un arma de fuego de grueso calibre le habría hecho ganar una larga estadía tras las rejas, y quizás fue ese otro motivo que llevó a Zualet a tomar la peor decisión y acabar con su vida. La investigación sigue su curso.