Carlos Manuel Baldomir fue condenado este miércoles a la pena de 18 años de cárcel, por graves delitos contra la integridad sexual de su hija menor, cometidos durante un prolongado lapso, cuando la víctima tenía entre 8 y 9 años. La audiencia en la que se leyó el fallo comenzó unos minutos pasadas las diez de la mañana con el ingreso al recinto de los miembros del tribunal, integrado por los jueces Susana Luna (presidente), Rodolfo Mingarini y Pablo Busaniche.
La lectura de la sentencia estuvo a cargo de la presidente del tribunal, quien previamente agradeció “el decoro de las partes durante el proceso”, y luego pasó a la parte resolutiva, en la que “por unanimidad” condenaron a Baldomir como “autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal, calificado por haber sido cometido contra una menor de 18 años de edad, aprovechándose de la situación de convivencia preexistente y ser ascendiente de la misma”; “abuso sexual gravemente ultrajante (reiterados)” también calificado, en concurso real; y en concurso ideal con el delito de “promoción a la corrupción de menores de edad agravado”. En cuanto al monto de la pena, ésta fue seleccionada “por mayoría de votos”, señala el fallo en el punto segundo.
Registro genético
Asimismo, el tribunal ordenó “autorizar los exámenes tendientes a lograr la identificación genética del condenado y su inscripción en el Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual”, el que funciona en el ámbito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Por último, los jueces tuvieron presente las reservas formuladas por las partes, una de las cuales -la defensa- ya adelantó que apelará una vez conocidos los fundamentos.
La exposición de la resolución duró diez minutos y se hizo ante la presencia de más de 30 trabajadores de prensa, acreditados por distintos medios de comunicación locales y nacionales. No hubo en la Sala N° 1 del subsuelo, ni familiares de la víctima, ni quienes fueran a acompañar al imputado, que escuchó la sentencia casi en soledad, con la única compañía de sus abogados defensores, Martín Durando y Gonzalo Fuente.
Otro gesto
A diferencia de lo ocurrido en la apertura del juicio el jueves pasado, cuando Baldomir entró a la sala con mirada dura y desafiante, éste miércoles lo hizo serio, pero ya no repitió gestos ofensivos contra la prensa, sino que por el contrario, mostró el pulgar hacia arriba y juntó las manos en pedido de disculpas por el exabrupto pasado. Nada de eso le sirvió para evitar la dura sanción que le aplicó el tribunal.
Más de veinte testigos pasaron entre el jueves y viernes de la semana pasada, y este lunes las partes formularon sus alegatos finales. Tal como se había adelantado, los fiscales del Ministerio Público de la Acusación, Federico Grimberg y Alejandra del Río Ayala; en tándem con los abogados querellantes Alejandro Otte y Sebastián Oroño, reclamaron a los jueces la imposición de 20 años de cárcel para Baldomir, la cual fue finalmente rebajada en 2.
Por contrapartida, los defensores Durando y Fuente, sostuvieron a lo largo del debate la inocencia de su pupilo y solicitaron que así se lo declare, juntamente con el otorgamiento de su inmediata libertad. Tan distante quedó el planteo defensivo del resultado del juicio, que el Dr. Durando no pudo menos que mostrarse “sorprendido” y adelantar que recurrirán a la Cámara Penal una vez conocidos los fundamentos.
Carlos Manuel “Tata” Baldomir, el ex campeón mundial de boxeo en la categoría welter, quedó tras las rejas el 18 de noviembre de 2016, cuando una comisión de la Tropa de Operaciones Especiales fue a buscarlo a su casa de la ciudad de Junín, provincia de Buenos Aires, donde se había radicado desde hacía ya algunos años y había formado una nueva familia.
La medida ordenada por ese entonces por los fiscales Omar De Pedro y María Lucila Nuzzo, tenía como correlato una denuncia radicada el 29 de octubre de 2016 ante el Centro de Orientación a la Víctima de Violencia Familiar y Sexual de la Unidad Regional Uno, que realizó la ex esposa del púgil, en función de un relato reciente realizado por su hija menor.
La víctima también debió contar sus padecimientos ante psicólogos de la repartición policial y una vez iniciada la causa, su relato quedó resguardado con una entrevista en cámara Gesell, que fue proyectada durante el debate, junto con el resto de las pruebas.
La adolescente, habría relatado en la entrevista, los abusos a los que fue sometida por su padre cuando niña, en distintos momentos y lugares, tanto en la casa familiar de Santa Fe, como en su nueva casa de Junín, durante los años 2012, 2013 y 2014.
“Pena muy alta y excesiva”
Uno de los abogados de la defensa de Baldomir, el Dr. Martín Durando, consideró “una pena muy alta y excesiva” la impuesta por el tribunal contra su pupilo. “Cuando estén los fundamentos por escrito se podrá hacer un análisis en profundidad. Lo que puedo decir es que me pareció totalmente inesperado. Más teniendo en cuenta que uno directamente esperaba la absolución. Creíamos en su inocencia, y la verdad que por lo producido en juicio y las probanzas pensábamos que esa posibilidad existía realmente. No apreciamos durante el juicio nada contundente, como para esperar este tipo de condena”, descargó.
Consultado sobre la posibilidad de revertir la situación del boxeador, Durando confirmó que “se va a recurrir porque a mi defendido le asiste, como a todas las personas, la garantía de doble instancia, se va a pedir que un tribunal superior revise la sentencia”. Al respecto, le preguntaron si en la Cámara de Apelación insistirán con la inocencia y la respuesta fue: “Absolutamente, como desde el primer día”, cerró.
Conformidad de la acusación
Dos de los representantes de la acusación, el fiscal Federico Grimberg y el querellante Alejandro Otte, enfrentaron los micrófonos a la salida del recinto y se mostraron “muy conformes con lo que ha sido este fallo”. “Realmente se ha cumplido con lo que habíamos solicitado. Si bien en su momento pedimos 20 años de prisión y el tribunal dispuso 18 años, entendemos que realmente el número es el que correspondía”, destacó el Dr. Otte.
Respecto de la valoración de la prueba, el fiscal Grimberg destacó que “no hubo una sola prueba, fue un plexo probatorio en sentido amplio, todas las pruebas fueron fundamentales para llegar a una sentencia de condena. Entiendo que no hay una prueba que haya sido crucial”. En tanto el Dr. Otte coincidió en el valor de la cámara Gesell, como “la prueba mas importante para condenarlo, pero no fue la única”, dijo.