Carlos Retamal
Ocurrió en la madrugada de este sábado 8 de mayo en una esquina del barrio 17 de Agosto, a pocos metros de donde una semana atrás se produjera un hecho similar, en la zona sudoeste. Se hallaron 15 vainas servidas.
Carlos Retamal
La ola de inseguridad en la que está inmersa Rosario no distingue a sus víctimas. Hay muertos por error, niñas baleadas por quedar en medio del verdadero blanco y balaceras en los frentes de viviendas. A todo esto hay que sumarle ahora los ataques a tiros contra patrulleros policiales, demostrando que la ciudad del sur de la provincia es sin lugar a dudas la Cuna de la Violencia.
El último hecho tuvo lugar en el barrio La Granada, ubicado en el sector comprendido por avenida de Circunvalación, bulevar Oroño, avenida Batlle y Ordóñez y calle España, territorio señalado como ‘de la banda Los Monos ‘.
Según indicaron fuentes del caso, se estaba llevando a cabo un operativo de saturación policial en la zona cuando se escucharon detonaciones que en principio provenían de viviendas ubicadas en inmediaciones de Khantuta y Guillermo Soto (ex calle 512).
Ante esto, una camioneta policial identificada con el número 8162, con tres uniformados fue hasta dicha esquina, mientras otros policías estaban pidiendo documentación a varias personas que venían en dos motos.
Al llegar a la esquina, la patrulla fue atacada a tiros desde al menos dos direcciones distintas. Los policías no pudieron ver los fogonazos que a esa altura de la noche podrían haber delatado el lugar desde donde partieron los disparos, ya que bajaron sus cabezas y protegieron sus cuerpos con la carrocería del rodado.
En menos de un minuto, los disparos cesaron, aunque un eco seguía retumbando en la zona. Otros policías que también formaban parte del operativo fueron hasta la esquina, pero no pudieron encontrar a los tiradores.
En el lugar, personal del gabinete criminalístico halló en el lugar 15 vainas servidas calibre 9 milímetros, que fueron enviadas a peritar.
El patrullero recibió al menos 3 impactos, uno en el vidrio delantero, otro en el trasero y el restante en una de las luces traseras.
Hace una semana se produjo un ataque contra otra patrulla, pero no de la magnitud, intensidad ni violencia con el que tuvo lugar esta madrugada.