La escena parece sacada de un thriller de acción, pero es real y sacudió los cimientos de la policía santafesina. En la tarde del sábado, agentes de diversas áreas trabajaron en un operativo que culminó con la detención de un suboficial de la fuerza, X. B., señalado como miembro activo de una banda que realizaba robos tipo "escruches" en la ciudad y alrededores.
La denuncia
Todo comenzó esa mañana cuando un hombre, de 30 años, reportó haber sido víctima, junto a un grupo de amigos, de un violento asalto en una casa alquilada en barrio Costa Azul, de Santo Tomé.
Según su relato, seis personas irrumpieron en el lugar, los maniataron, los golpearon y les robaron dinero y un automóvil Peugeot 208 blanco. Sin resignarse, la víctima siguió a los delincuentes hasta una vivienda en el pasaje Santa Lucía 3500, en jurisdicción de la Seccional 3ra. Allí, aseguró haber reconocido a uno de los asaltantes: el propio morador de la casa, el suboficial B.
Un operativo con múltiples frentes
Al llegar al lugar, personal policial corroboró los hechos narrados por el damnificado y procedió a ingresar al domicilio de B. con autorización de su madre. Durante el allanamiento, la División Científica Forense documentó con precisión el lugar: se secuestraron tres armas de fuego, un chaleco balístico, relojes, documentación diversa y una suma considerable de dinero en efectivo, que ascendía a más de dos millones de pesos entre moneda nacional y dólares. También se halló el automóvil Peugeot 208 blanco mencionado por la víctima.
Además de B., fueron aprehendidos dos presuntos cómplices: C.O. una joven de 18 años, y L. R., de 24. La mujer, en una declaración que sorprendió a los investigadores, señaló que tanto la víctima como los detenidos estarían involucrados en una red de robos domiciliarios en Santa Fe.
El vehículo que fue secuestrado durante el procedimiento.
Foto: El Litoral
La peor traición
La detención del suboficial B. dejó expuesta una de las peores traiciones posibles dentro de las fuerzas de seguridad: un oficial del orden implicado en delitos organizados.
El operativo, dirigido por la fiscal Dra. Urquiza, incluyó el despliegue de varias unidades policiales y expertos forenses que, tras largas horas de trabajo, lograron recabar evidencia para sustentar la acusación. El caso, quedó caratulado como "Robo calificado en poblado y en banda",
Durante el allanamiento, la División Científica Forense documentó con precisión el lugar: se secuestraron tres armas de fuego, un chaleco balístico, relojes, documentación diversa y una suma considerable de dinero en efectivo, que ascendía a más de dos millones de pesos entre moneda nacional y dólares.
Foto: El Litoral
Investigación en curso
Mientras las tareas en la vivienda de B. finalizaban, los investigadores extendieron sus esfuerzos hacia otros domicilios relacionados con el caso, buscando desentrañar por completo la red delictiva.
Aunque se detectaron irregularidades, como la manipulación de algunos vehículos antes de la llegada de los peritos, las pruebas recabadas hasta el momento podrían ser contundentes.
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