La justicia santafesina ordenó la prisión preventiva para otro miembro de la barrabrava de Colón, vinculado a la facción llamada "La Negrada", acusada de cometer una amplia gama de delitos vinculados a la pelea por el dominio de las tribunas y los negocios que de ello derrama.
Se trata de Lautaro Fabián Carnaghi, de 25 años, conocido en el barrio Centenario como "Pelado", imputado la semana pasada por los delitos de "abuso de armas" en carácter de coautor; miembro de una "asociación ilícita"; y presunto autor de "homicidio calificado por uso de arma, en grado de tentativa".
Este lunes, pasado el mediodía, el juez penal Gustavo Urdiales le dictó la prisión preventiva sin plazo, luego de que el fiscal Martín Torres, de la Unidad Especial de Homicidios del MPA, acreditara uno por uno los hechos por los que es investigado; así como los riesgos procesales vigentes durante el trámite de la investigación y la proyección de una condena de efectivo cumplimiento en caso de ser declarado culpable.
"El consumo de estupefacientes no lo exime de su responsabilidad a la hora de cometer delitos", sostuvo el juez Gustavo Urdiales. Crédito: Archivo El Litoral
Soldadito sabalero
La defensa de Carnaghi, a cargo del abogado particular Roberto Basualdo, no formuló mayores objeciones a la embestida fiscal; es más, llegó a decir que "en un 80% estoy de acuerdo con el fiscal". En cambio, su estrategia fue presentar a Carnaghi como una víctima de los líderes de la barra y de su adicción a las drogas.
"Se actúa por decisión propia o apremiado por terceros", sostuvo el profesional, y agregó que "ha habido presión de esta agrupación La Negrada" sobre su pupilo. Basualdo reveló que "el señor Carnaghi pertenece al sector de los 'soldaditos' que cumplen órdenes de la barra" y que lo hace porque "es un chico que está enfermo: cumple con tal de agradar, pertenecer y sentirse amigo".
En su alegato defensivo, el Dr. Basualdo previno que posiblemente el tema de las drogas "no lo desliga -a su cliente- de la responsabilidad en forma directa", aunque insistió en que actuó "presionado".
"Acepto lo que dice el fiscal, son bandas organizadas que necesitan de alguien que ejecute y se aprovechan de estos minusválidos mentales" que de seguir en este camino "o termina muerto o mata a alguien", por eso "yo pido que lo traten" por sus adicciones.
El fiscal Torres, por su parte, aprovechó para anunciar que el 16 de junio está prevista una entrevista con el Cuerpo Médico Forense y que en caso de corresponder se hará lo propio para una Junta de Salud Mental.
Como no se produjeron controversias, más allá de la postura defensiva que alude a la situación de salud del acusado, el juez Urdiales fue breve al disponer la prisión preventiva. En primer lugar rechazó las alternativas propuestas por el abogado de Carnaghi y puso de resalto que "el consumo de estupefacientes no lo exime de responsabilidad para cometer delitos". "No es excusa ni atenúa el dolo", recalcó.
"Estamos en presencia de hechos sumamente violentos" por lo que en esta instancia del proceso la prisión preventiva aparece como la única opción para evitar poner en riesgo la investigación. Por último, y tras un pedido defensivo, el magistrado ordenó el traslado de Carnaghi a dependencias del Servicio penitenciario provincial.
Lautaro Carnaghi (25) es el cuarto miembro identificado con la facción La Negrada en quedar en prisión preventiva en lo que va del año.
El primero fue Thomás "Popeye" Bergallo, acusado de balear el frente de una casa de la calle Independencia al 3400 de barrio Centenario, donde viven otros barras con los que mantenían conflicto.
El episodio se remonta al 14 de febrero de este año, a las 16.30, cuando Bergallo y Carnaghi abrieron fuego desde una moto gris. "Efectuaron entre 8 y 9 detonaciones contra una vivienda" y las "balas impactaron contra una Ford blanco propiedad del hijo de la dueña de casa", recordó el fiscal Torres.
Según el relato de testigos, el problema era con un tal Brian "Chuky" Ríos, actualmente prófugo y considerado jefe de La Negrada. "Tiene problemas con mi hijo", reconoció la mujer. Por ese hecho Bergallo -que fue el primero en caer detenido- se encuentra en prisión preventiva -con confirmación de Cámara- , como coautor del delito de "abuso de arma" en una causa que lleva la fiscal Clelia Trossero.
Los otros dos -Lautaro Cisneros y Walter Filippa- fueros apresados en los allanamientos que se hicieron el 13 de abril, luego de la balacera que se produjo en la Puerta 7 de la popular que da al Fonavi, minutos antes del comienzo del partido entre Colón y Peñarol de Montevideo, por la primera fecha de la Copa Libertadores de América, el pasado 5 de abril.
Allí resultaron heridos dos policías y un plateista uruguayo y según creen los investigadores, el enfrentamiento habría sido orquestado por la misma facción de la barra, que previamente había pintado en un portón aledaño la frase "o entramos todos o no entra nadie". Para ese partido los cabecillas de La Negrada tenía prohibido su ingreso al estadio Brigadier López.
A Lautaro Jesús Cisneros, alias "Homero" y Walter Nicolás Filippa, alias "Rengo" se los señala como organizador y miembro de asociación ilícita y como coautores del delito de incitación a la violencia colectiva y atentado contra la autoridad agravado.
Para la fiscalía, que también atribuyó la asociación ilícita en carácter de miembro para Carnaghi, "la organización criminal cometía distintos tipos de delitos" en Santa Fe y alrededores, desde el primer semestre de 2019 y hasta la actualidad.
Por fuera del conflicto de barras, a Carnaghi se le endilgó un último delito que fue una "tentativa de homicidio calificado por uso de arma" ocurrida la madrugada del lunes 16 de mayo a la salida del baile del club Villa Dora.
Según trascendió durante la audiencia, fue por una discusión menor que el reo persiguió a otro muchacho con el que mantuvo un entredicho a la salida del baile y casi sin mediar palabras le descerrajó media docena de disparos, uno de los cuales le impactó en uno de sus pies y el resto en los vidrios y la carrocería de un utilitario Renault Kangóo en el que alcanzó a escapar.