El prófugo fue recapturado en Barracón, Estado de Río de Paraná, Brasil, tras permanecer en la clandestinidad desde el 6 de mayo de 2021. Cumplía una condena de 14 años de prisión por homicidio agravado por el uso de arma de fuego en Misiones.
El múltiple homicida cumplía 14 años de condena en Eldorado pero se ocultó en el baño, limó los barrotes de una ventana y escapó por el techo. Los penitenciarios se percataron varias horas después, al realizar el recuento matutino de presos.
El prófugo fue recapturado en Barracón, Estado de Río de Paraná, Brasil, tras permanecer en la clandestinidad desde el 6 de mayo de 2021. Cumplía una condena de 14 años de prisión por homicidio agravado por el uso de arma de fuego en Misiones.
Según informaron altas fuentes consultadas, el criminal fue detenido por fuerzas brasileñas en Barracão, estado de Paraná. “El hombre transitaba normalmente por las calles, aunque también conducía una camioneta, color negra”, señalaron.
El año pasado, hasta el 6 de mayo, el criminal estaba alojado en el Complejo Penitenciario III de la localidad de Eldorado, a unos 250 kilómetros de la capital Posadas, donde purgaba una pena de 14 años de prisión por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, hecho perpetrado a comienzos de 2016 en un pequeño pueblo del norte de la provincia y cercano a la frontera con Brasil.
Según informaron en aquella oportunidad, el reo se encontraba realizando tareas de huerta y plantaciones en la Sección Chacra.
Mataba en Brasil y en Argentina. Se movía de uno a otro país para eludir a la Policía. También cambiaba su apariencia.
Se movía con soltura a ambos lados de la frontera y recurría a sutiles cambios en su aspecto para evitar ser capturado. Además, se valía de dos identidades diferentes, según de qué lado estuviera. Conocido como “Bola 8”, Carlos Ponce (24) tenía motivos de sobra para esconderse: condenado por haber cometido al menos cuatro homicidios en Brasil y otro en Argentina.
La carrera delictiva de Ponce comenzó hace once años en Brasil, donde tiene catorce causas penales en trámite y acumula entre sus antecedentes una espectacular fuga del penal de Vacaría, en el estado de Río Grande do Sul.
El joven se manejaba en ese país con otra identidad: Jair Figleski, de 29 años, oriundo de la localidad de Frederico Westphalen, en el estado de Río Grande do Sul.
La Policía Militar del Brasil reveló que Figleski integraba una banda que asaltaba ómnibus que llevaban compradores brasileños a Ciudad del Este, en la Triple Frontera; pero también es un sindicado homicida, y tiene causas por intento de homicidio, robo agravado, robo, violación de domicilio y lesiones.
Uno de los casos más resonantes que pesan sobre él es un doble crimen que cometió el 25 de septiembre de 2013 en la zona rural de Vacaría. El joven se metió a robar en una casa y mató a balazos a Zélcio Dos Santos Lima y a Dario Sotil de Carvalho, quienes cuidaban una forestación en la que Figleski había trabajado un tiempo antes. Una tercera víctima, José Clovis Lima Branco, salvó su vida porque simuló estar muerto tras recibir un balazo en el rostro.
Tras apoderarse de 700 reales y de un equipo de música, Figleski escapó en el Chevrolet Corsa de una de las víctimas. Pero antes incendió la casa adonde había baleado a sus ex compañeros de trabajo.
Tras ser detenido y enterarse de que una de las víctimas había sobrevivido, el joven confesó el doble crimen y fue llevado a una cárcel regional, pese a que era considerado un preso de “alta peligrosidad”. Tres meses después, se ocultó en el baño, limó los barrotes de una ventana y escapó por el techo. Los penitenciarios se percataron varias horas después, al realizar el recuento matutino de presos.
Ponce, o Figleski, volvió a ser noticia en la tarde del 29 de febrero de 2016, cuando irrumpió en la casa del chacarero Elvio Antúnez (35), de Pozo Azul, en Misiones, y con toda frialdad le descerrajó cuatro disparos. La mujer de Antúnez resultó ilesa casi por milagro.
Tras balear a Antúnez, el joven desapareció. Con los datos aportados por un productor tabacalero que lo había contratado para levantar la cosecha se pudo orientar la investigación hacia Brasil, donde el asesino estaba oculto. Tiempo después fue capturado.