El bolso que pertenecía al ex comisario Mariano Valdés, ex jefe de Delegación Santa Fe de la Policía Federal Argentina, tenía rastros de metanfetaminas y éxtasis, según determinó un peritaje que realizó la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
El bolso que pertenecía al ex comisario Mariano Valdés, ex jefe de Delegación Santa Fe de la Policía Federal Argentina, tenía rastros de metanfetaminas y éxtasis, según determinó un peritaje que realizó la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Este hallazgo pone la lupa ahora en que el ataque sufrido por el jefe de la PFA de Santa Fe el 9 de setiembre pasado, en la autopista Buenos Aires-Rosario se pudo haber tratado de un atentado narco entre policías.
Como se encontraron rastros de estupefacientes en el bolso de Vásquez se prevé que la causa pase al fuero federal en los próximos días. El fiscal federal de Santa Fe Walter Rodríguez seguiría al frente de la causa, en la que la parte operativa está a cargo de la Oficina de Investigación de Santa Fe, a cargo de Marcelo Saín.
El 27 de setiembre pasado, por orden del jefe de la Policía Federal Argentina, Néstor Roncaglia, se decidió desplazar de la fuerza, al pasarlos a disponibilidad, a otros tres efectivos que estuvieron en la estación de servicio en Fighiera, donde se refugió el ex comisario Valdés luego de recibir dos disparos en medio de la autopista Buenos Aires Rosario el 9 de setiembre pasado.
Ya son seis los policías sancionados por este caso. Primero fueron relevados Valdés y la suboficial Roxana González, quien acompañaba al jefe de la Delegación Santa Fe en el Ford Focus color gris, donde el ex comisario fue atacado por un grupo de personas, que se movían en una camioneta 4x4 gris. También fue detenido y pasado a disponibilidad el subjefe de la Policía Federal de Santa Fe Higinio Alberto Bellagio.
¿Qué quería ocultar el ex comisario Mariano Valdés? La respuesta que dio el fiscal Matías Edery en la audiencia imputativa -en la que se determinó la prisión preventiva para Valdés y Bellagio- es que el ex jefe de la Policía Federal de Santa Fe pretendió los investigadores no encontraran un bolso deportivo que le habrían entregado en la oscuridad y en la banquina de la autopista un grupo de personas que luego le dispararon el 9 de setiembre pasado. Ese bolso apareció en un allanamiento que hizo la Tropa de Operaciones Especiales de Santa Fe en la sede de la Policía Federal. Ahora se determinó, según los peritajes de la PSA, que en el equipaje había rastros de metanfetaminas y éxtasis.
A ese bolso deportivo alguien lo sacó de la escena del hecho porque pretendían ocultar qué había dentro.
Valdés y Bellagio siguen presos, acusados de los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, encubrimiento agravado por su condición de funcionario, retardo de Justicia, sustracción o inutilización de objetos de material probatorio, entre otros. Todos estos delitos se habrían producido después del ataque a tiros en la autopista. Aún no se logró establecer quiénes fueron los que dispararon contra Valdés ni la camioneta que se usó, que era una 4x4 color gris o negra.
Lo que no se sabe aún en la causa es con quién se enfrentó Valdés. Se presume que fue con otros efectivos de la fuerza, y que este bolso donde había estupefacientes -según la pericia- fue un motivo de discordia que desencadenó el tiroteo en la ruta.
Las últimas pericias forenses determinaron que una de las heridas que recibió el comisario, en la ingle, se la provocó él mismo. Habría sido de manera accidental. La otra lesión en el hombro derecho fue por un disparo que salió de las personas que se reunieron con Valdés.
Puntualmente, al ex jefe de PFA de Santa Fe lo acusan de ser clave en su rol para desviar la investigación, que en un principio estuvo focalizada sobre la posibilidad de que se tratara de un “ataque mafioso”, como dijo la ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich, o un “robo al voleo” como declaró el propio comisario preso.
El fiscal acusa a Valdés de querer ‘influenciar y desviar‘ la investigación y pretender ‘conducir al error‘ a los investigadores. Fue imputado por haberle ordenado a la suboficial ayudante Roxana González acompañante en el Ford Focus que inserte al personal policial de la subcomisaría 11ª de la Unidad Regional II, declaraciones falsas sobre los hechos que los documentos públicos debían probar.
A Valdés también lo acusaron de haberle hecho retirar a González un bolso del auto que luego fue se lo llevó el subcomisario Bellagio, que tenía conciencia de que ese elemento resultaba evidencia de interés para la investigación.