El trágico tiroteo ocurrido la tarde del martes en barrio Scarafía (donde un hombre murió y otro quedó gravemente herido) tuve una impensada derivación. Es que mientras la policía recorría la zona en busca de los agresores, se advirtió que frente a un domicilio estaba estacionada la camioneta Ford Ecosport robada la semana pasada en barrio Mayoraz.
Todo ocurrió cerca de las 19 en momentos que agentes de la Dirección General de Policía Comunitaria fueron afectados para patrullar la jurisdicción tras el incidente armado ocurrido en Edmundo J. Rosas y Padre Genesio.
Los oficiales circulaban por calle Risso 5800 cuando notaron una camioneta Ford Eco Sport de color blanca estacionada en una finca cercana. Dicho vehículo había sido vinculado previamente con un caso de robo ocurrido la madrugada del 12 del corriente en barrio Mayoraz (ver nota relacionada).
El dueño de la propiedad donde estaba el vehículo fue trasladado detenido a sede policial.
Siguiendo el protocolo, los agentes se acercaron a la finca y se pusieron en contacto con los moradores para investigar la procedencia de la camioneta.
Un hombre que se encontraba en el lugar respondió a las preguntas de manera evasiva y declaró haber adquirido el vehículo hacía un mes. Sin embargo, las sospechas se intensificaron cuando los agentes llevaron a cabo una verificación de la documentación del vehículo.
La confirmación de los temores llegó cuando se consultó el número de chasis de la camioneta en el sistema Cóndor. Los resultados revelaron que el vehículo estaba relacionado con una sustracción anterior.
Ante esta evidencia, se tomó la decisión de consultar con el fiscal en turno, quien ordenó la inmediata aprehensión del individuo y el secuestro del vehículo en cuestión.