Juan Carlos Scalzo
Los jóvenes mantenían una relación amorosa desde aproximadamente un año atrás pero, en el último tiempo, el vínculo se había deteriorado a tal punto que Perassi habría manifestado que deseaba dar todo por terminado.
En un primer momento, ante la llamativa ausencia de la mujer, a quien los familiares describen como una persona sumamente prolija y de gran apego a sus dos hijos, se radicó la denuncia en sede policial y, posteriormente, se emitió el pedido de paradero de la joven, ante la sospecha de que algo fuera de lo normal podía haberle sucedido.
Con el paso de las horas, se constató que también Vargas había desaparecido de los lugares que solía frecuentar, aunque las últimas noticias de él indican que en la tarde del sábado concurrió a un local comercial para vender su moto, ofreciéndola a un precio sensiblemente inferior a su valor y una testigo afirma que el rodado se encontraba totalmente embarrado.
La duda sobre la suerte corrida por la pareja se acrecentó, en la mañana de ayer, debido a el hombre no se presentó a tomar servicio en la Comisaría Nº 2, donde revista como agente de la Policía de la provincia, por lo que también se emitió una solicitud de paradero sobre él.
De acuerdo con la información recogida, Perassi trabajaba como empleada en el comedor de un parador de servicios ubicado sobre Ruta Nacional Nº 34 y en su domicilio todo se encontraba en perfecto orden, incluso no se advertía que hubiere llevado prendas de vestir ni su documentación personal.
Siempre de acuerdo con la información recogida en fuentes policiales, se confirmó que se procedió al secuestro del arma reglamentaria de Vargas, la que se encontraba en casa de sus padres en la localidad de Susana, aunque no se pudo dar con el uniforme y la placa del policía.
En el seno de la familia de la mujer desaparecida temen lo peor, tal como lo señalaron por distintos medios su madre y su hermana como consecuencia de que el policía tenía “un amor enfermizo y celoso” por Jimena quien le habría comunicado su decisión de dejarlo y retornar a la relación con su primer marido.
Marcando la preocupación con que se sigue el caso desde la autoridad de la Unidad Regional 5, el Crio. Leandro Amaya indicó, esta mañana, por LT 28, que “hay que manejarse con cautela, pero no se descarta ninguna hipótesis en la investigación”.
De acuerdo con los datos personales que se brindan en los pedidos de paradero, Jésica Soledad Perassi tiene 22 años de edad, 1,65 m de estatura, es de contextura física delgada, cutis blanco, ojos marrones, cabellos castaños claros y se pide que cualquier información se haga llegar a los teléfonos 03492-424150/422567 (101) o dirigirse a la dependencia policial más cercana. En tanto, Martín Elías Vargas cuenta con 32 años de edad, 1,76 m de estatura, delgado, pelo corto, cutis trigueño, ojos marrones.