Juliano Salierno
Carlos Delfino volvió a Santa Fe el fin de semana para ampliar la denuncia. La PDI recuperó otro reloj y un i.Pod. Siguen sin aparecer una importante suma de dinero, camisetas de estrellas del deporte y un reloj Maradona edición limitada.
Juliano Salierno
“Tengo una casa en pleno centro donde nunca me pasó nada. He vivido en ciudades como Moscú, que es peligroso; y Detroit, que es una de las ciudades más violentas de Estados Unidos, y me vine a un country para que me roben mis propios vecinos...” se lamentó Carlos Delfino, cuya casa del club de campo El Paso fue saqueada a fines del mes pasado.
El santafesino de 34 años, que junto con Scola, Ginóbili y Nocioni fue una de las figuras destacadas de la llamada Generación Dorada del básquetbol nacional, regresó al país tras una prolongada estadía en la NBA y ligas europeas y desde marzo integra el plantel profesional de Boca Juniors, que milita en la Liga Nacional de Básquet (LNB).
Hace dos años compró una propiedad en el country que está a la vera de la autopista Santa Fe-Rosario -km 153-, donde pivotea cada vez que vuelve con su familia a visitar a sus padres. La semana pasada en cambio, debió regresar a Santa Fe para hacer un inventario por un cuantioso robo sufrido entre el sábado 29 y el domingo 30 de abril. Ese domingo, a las 6 de la mañana, los guardias de seguridad del complejo hallaron a unos 70 metros de su casa una zapatilla Jordan N° 50. Sin embargo, nadie se puso en contacto con él, ni con su familia, sino hasta el miércoles 3 de mayo, cuando Carlos Delfino padre y su esposa fueron hasta el lugar a retirar correspondencia y pagar las expensas.
“Así como te llaman para cobrarte las expensas podrían haber hecho un llamado para avisar que encontraron mis zapatillas”, se quejó el jugador que estaba en Formosa con el equipo de Boca “cuando me avisan que estaba todo muy revuelto”.
Bajo llave
El robo se produjo puntualmente en la planta alta -son tres cuartos y un escritorio- donde surgieron datos llamativos. “El escritorio estaba revuelto pero bajo llave, se ve que encontraron la llave o la manera de abrirlo y en el vestidor había una suma importante de dinero que falta”, recuerda el Lancha.
“Les pido que se fijen si estaba el reloj Maradona, que viene con una camiseta y no estaba ni la caja”, entonces “les digo que vean si estaban los otros relojes y tampoco estaban”, se lamentó. “Me empezaron a mandar videos y yo ya me puse nervioso porque no veía las cosas”.
“Cuando vuelvo -el jueves- encuentro el bolso negro abierto, pero ya no estaba la plata y estaba lleno con gorritas y ropa que no se llevaron y dentro de la oficina, bajo llave, había documentación que estaban adentro de ese bolso”, explicó el damnificado, que prefirió no especificar la suma sustraída.
La denuncia fue radicada inmediatamente por la familia Delfino, primero en la Comisaría de Distrito N° 15 de Santo Tomé, y luego ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA) y la Policía de Investigaciones (PDI), donde acudieron acompañados por el abogado Hugo Benuzzi. Bajo las órdenes de la fiscal Carolina Parodi, la PDI encaró un exhaustivo trabajo que arrojó como resultado el hallazgo de dos relojes en casas de vecinos. Al menos tres adolescentes de entre 13 y 16 años habrían reconocido que ingresaron a la casa de Delfino en varias oportunidades y de hecho en dos de ellas se recuperaron cosas.
Reloj roto
El sábado apareció un tercer reloj -no de los más costosos- destrozado en una de las calles del complejo. Fue hallado por un guardia de seguridad y entregado a los investigadores. El mismo día, la madre de uno de los chicos involucrados entregó un equipo i-pod que ya había sido desbloqueado.
La noticia de que eran sus propios vecinos los autores del robo generó conmoción dentro del barrio cerrado y se convirtió rápidamente en noticia nacional por ser el damnificado una figura pública. “¡Somos vecinos!”, expresa Carlos con desazón. “Me han llegado mensajes de algunos conocidos que tengo en el barrio, pero llama la atención que no haya un padre que se acercara o llamara, incluso la misma gente de la administración del country que ni siquiera se puso a disposición.
“En lo personal fui ahí a buscar seguridad, tranquilidad y la verdad que me siento incómodo y hoy cuando vuelvo a Santa Fe no me siento cómodo de volver a mi casa”, confesó el basquetbolista que el último fin de semana durmió en la casa de sus padres.
>> Recuerdos y más...
“No solamente camisetas de básquet, también de fútbol” son las que faltaron de la casa de Carlos Delfino, tras un robo que incluyó una importante suma de dinero y relojes. “Esa es una de las cosas que más lamento, se hace difícil tomar una dimensión porque hay muchos recuerdos”, expresó el damnificado.
“Por ejemplo el reloj y la camiseta de Maradona, pero además tenía otra camiseta de Diego”, por suerte ya se puso en contacto con la familia “para decirles a ver si me consigue una nueva”, bromeó Carlos.
“Todavía no he entrado a ver todo lo que me falta. Quedé muy tocado, me siento muy invadido al nivel de la privacidad” porque “faltan muchas cosas que puedo ir consiguiendo con el tiempo, pero hay otras que tienen un valor importante, recuerdos de jugadores históricos no sólo de la NBA sino del fútbol”. Y como si fuera poco, además “me faltan dos cuadros de la Selección”. completó.
>> Familia lejos
Carlos Delfino padre teme que este episodio lo aleje aún más de sus nietos. “Mi nuera es extranjera (italiana) y en este momento no sabemos cómo va a seguir todo porque cómo le digo que van a estar seguros acá otra vez”, se pregunta.
“Estos chicos (por los autores) ya han cometido otros hechos, no tan graves, pero no han sido denunciados y lo resolvieron con apercibimientos a los padres”, reveló el entrenador. El papá de Carlitos planteó que “si nosotros en este momento no resolvemos el problema no podemos volver al barrio. No sólo por la inseguridad, sino por los chicos -Carlos tiene mellizos de 4 años-; ¿Qué puede pasar el día de mañana...?” se preguntaron los dos.