Buscó auxilio en una comisaría de Santo Tomé donde confesó que llevaba cocaína en un corpiño
Denunció que la querían matar y entregó un paquete con droga que -según dijo- era de la gente que la buscaba. La condenaron por tenencia de estupefacientes.
El hecho se remonta al 2 de junio de 2023, cuando Serrudo acudió a la Comisaría 12° de Santo Tomé en busca de ayuda. Foto: Flavio Raina/Archivo
El Tribunal Oral Federal (TOF) de Santa Fe condenó este lunes a una mujer de 42 años, a la pena de 2 años de prisión de cumplimiento efectivo, por el delito de tenencia de estupefacientes cometido a mediados del año pasado, en la ciudad de Santo Tomé.
La sentencia, que lleva la firma del camarista José María Escobar Cello, cuenta la historia de Susana Esther Serrudo, la cual aceptó condena en un acuerdo de juicio abreviado alcanzado entre el fiscal general, Martín Suárez Faisal; y la defensora pública oficial, Mariana Rivero y Hornos.
La sentencia, dictada este lunes 28 de octubre, lleva la firma del camarista José María Escobar Cello. Foto: Flavio Raina/Archivo
El hecho se remonta al 2 de junio de 2023, cuando Serrudo acudió a la Comisaría 12° de Santo Tomé en busca de ayuda, arguyendo que estaba siendo perseguida por un grupo de personas que la buscaban para matarla. En el mismo acto, abrió un bolso que llevaba consigo y de entre sus prendas íntimas -particularmente envuelta en un corpiño- sacó una bolsa donde escondía unos 347,60 gramos de cocaína.
Consumo y miedo
Juró que la droga no era suya, sino de sus perseguidores, pero no pudo acreditar dicha circunstancia. El 27 de junio de 2023 fue procesada por “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización (art. 5 inciso c de la ley 23.737)” y al mes siguiente -6 de julio- obtuvo la domiciliaria.
Durante la investigación, que estuvo a cargo del fiscal Federal Nº 1, Gustavo Onel, se constató que la droga -53 envoltorios de papel glasé y 4 envoltorios de nylon color negro- “se encontraba resguardada en el interior de un bolso que llevaba consigo y entre sus prendas íntimas de vestir (corpiño)”.
En su declaración indagatoria, Serrudo aclaró que “lo que dice la policía en el acta no fue lo que yo dije. Yo quería decir que lo de la venta no es así porque nunca en mi vida vendí, yo llame a la policía por miedo porque esa droga no era mía. Los dueños me amenazaban para matarme yo llame a la policía por miedo a que me maten y entregar la mercadería. Estaba muy atrapada por la droga, bajo los efectos de la droga porque yo consumo”.
Búnker y renta
Para la Justicia resulta claro que la sustancia ilícita estaba bajo la órbita de custodia de Serrudo. “Sin perjuicio de lo expresado en un primer momento por la imputada, en relación a que la droga no le pertenecía, dicha manifestación no pudo ser confirmada durante el trámite de la instrucción, sino todo lo contrario”, señala el juez Escobar Cello en la sentencia.
Consta en las actuaciones que la mujer “se encontraba vendiendo droga para la Sra. EM/S o C. en el búnker de calle Domingo Silva y Pasaje Galisteo”, en una casa de con reja negra y puerta de madera del barrio Barranquitas de Santa Fe. Contó que la mujer le cobraba $ 20.000 por semana, y que se fue porque no quería pagarle y que junto se llevó la droga, por eso la buscaban.
Y si bien fue requerida a juicio por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización (art. 5 inc. C de la ley 23.737), finalmente resultó condenada en juicio abreviado bajo la figura de tenencia de estupefacientes (art. 14 1er. Párrafo).
La pena impuesta fue de un año de prisión en suspenso, pero al contar con antecedentes condenatorios -conforme surge del informe del Registro Nacional de Reincidencia-, recibió una pena unificada de 2 años de cumplimiento efectivo, en prisión domiciliaria.
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