Personal de rescate continuó durante toda la jornada de este miércoles la búsqueda del pescador rosarino Andrés Fernando Bonagrazia, de 53 años, desaparecido en el Río Coronda cerca del límite entre Barrancas y Monje este martes por la madrugada.
No ha habido novedades y la angustia persiste entre sus familiares. El pescador tiene 53 años, es de Rosario, no sabía nadar, no había llevado chaleco y lo sorprendió una fuerte tormenta que azotó a toda la región este martes.
Personal de rescate continuó durante toda la jornada de este miércoles la búsqueda del pescador rosarino Andrés Fernando Bonagrazia, de 53 años, desaparecido en el Río Coronda cerca del límite entre Barrancas y Monje este martes por la madrugada.
A las tareas de rastrillaje del martes, le continuaron otras similares de buzos tácticos de la policía de Santa Fe, buzos de la Prefectura Naval, apoyo de embarcaciones de todo tipo tanto de la región como de San Lorenzo, de Los Pumas de Puerto Gaboto, con respaldo logístico de parte de personal de la Comisaría 3ª de Barrancas y 5ª de Monje, de Bomberos Voluntarios de Barrancas y también de la Regional IV de Bomberos Voluntarios de la provincia durante todo el miércoles sin resultados todavía
El lugar de los rastrillajes está circunscripto a un sector del Río Coronda que forma una especie de laguna, con agua que no corre demasiado pero que está cercano al sitio del hallazgo de la lancha en la que iba el trabajador del río, y que estaba dada vuelta además.
“Es un bañado que está entre la boca de Monje y Puerto Aragón, a la altura de la Quinta Moya, casi en el límite entre Barrancas y Monje, a unos 4 kilómetros de la Ruta, la lancha fue encontrada varios metros agua adentro” indicó el bombero corondino Ariel Schmidhalter, de la Regional IV de Bomberos Voluntarios.
Recordemos que este hombre desapareció en las aguas del Río Coronda este martes mientras iba a recorrer un espinel, a la altura de la mencionada Quinta La Moya, en Barrancas y cerca del límite con Monje, en el departamento San Jerónimo.
Según pudo saberse, el trabajador salió temprano, cerca de las 6, en una canoa con motor para recorrer una malla metálica que había puesto en el río a manera de espinel, y estando ya aguas adentro se desató la fortísima tormenta que afectó a toda la región.
A partir de ahí, sus familiares perdieron todo contacto con el pescador. Al ver que a las 11 no regresaba, una familiar de apellido Fernández hizo la denuncia.