Lunes 21.3.2022
/Última actualización 16:28
El juez Federal N° 2 de Santa Fe, Marcelo Bailaque, procesó a un capitán del Ejército Argentino, acusado de haber perjudicado la carrera de una subalterna que se desempeñaba en el Batallón de Ingenieros I Zapadores, de la ciudad de Santo Tomé. La mujer, de entonces 21 años, lo denunció por acoso laboral y sexual, por hechos ocurridos a mediados de 2018. Estuvo bajo tratamiento médico hasta marzo de 2019 cuando recibió el "alta". Nueve meses después fue dada de "baja" de la fuerza.
Se trata del capitán Lucas Gonzalo Díaz, santotomesino de 39 años, quien actualmente revista en los cuarteles de Curuzú Cuatiá, en la provincia de Corrientes. La medida judicial, dispuesta el pasado viernes por el juez Bailaque consiste en el procesamiento de Díaz por el presunto delito de "perjuicio y maltrato arbitrario infringido por un militar a su inferior jerárquico", previsto y penado por el art. 249 bis del Código Penal.
La norma es explícita al establecer que "el militar que en sus funciones y prevalido de su autoridad, arbitrariamente perjudicare o maltratare de cualquier forma a un inferior, será penado con prisión de seis meses a dos años, si no resultare un delito más severamente penado". Además, se le trabó un embargo de $ 500.000 y la confirmación de la libertad ambulatoria mientras dure el proceso.
Mauricio Garin/Archivo El capitán Díaz fue indagado en el Juzgado Federal Nº 2 donde desmintió las acusaciones y negó haberle enviado mensajes a la denunciante.El capitán Díaz fue indagado en el Juzgado Federal Nº 2 donde desmintió las acusaciones y negó haberle enviado mensajes a la denunciante.Foto: Mauricio Garin/Archivo
"Es posible afirmar que Díaz maltrató y perjudicó arbitrariamente a la ex Cabo MEB mediante la realización reiterada y sistemática de actos hostiles y humillantes mientras se desempeñó como su autoridad superior jerárquica", señaló Bailaque.
El procesamiento fue requerido por el Fiscal Federal Nº 2, Walter Rodríguez, luego de que la Sala "B" de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario resolviera el mes pasado, un planteo de incompetencia instado por la defensa.
El representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) llevaba tiempo sosteniendo el perjuicio causado a la cabo MEB, la cual no sólo resultó afectada en su salud, sino que como consecuencia de ello terminó recibiendo la "baja" de servicio en diciembre de 2019, declarándola el Jefe de Estado Mayor del Ejército como "incapacitada".
MEB se desempeñaba en la Intendencia del Batallón de Ingenieros Zapadores santotomesino desde marzo de 2017 y estaba en pareja con otro militar de su misma jerarquía que prestaba servicios en el Batallón de Ingenieros Anfibios 121.
Según la acusación fiscal, entre junio y agosto de 2018, el jefe de área de la joven "comenzó a enviarle mensajes inapropiados a su teléfono particular, los cuales tendrían una carga sexual intimidatoria". "Le ordenaba quedarse después de su horario o le solicitaba que le haga café", para finalmente comenzar con una serie de "maltratos" cuando ella le pidió que dejara de molestarla.
La víctima calificó los mensajes como "inapropiados, incómodos, con una carga sexual totalmente intimidatoria como por ejemplo: "estás muy linda hoy" o "vamos a tomar un café", los cuales eran reiterados, constantes e insistentes. Me solicitaba que le hiciera café -que no era parte de mis funciones- alegando lo rico de mi café, haciendo incómodos comentarios sugestivos continuamente".
También su pareja reconoció en su testimonial, el tenor de los mensajes aludidos. Le decía "vamos a comer, no te preocupes que tu novio no se va a enterar"; "eran mensajes con doble sentido, con intención", dijo, aunque reconoció que "adelante mío se comportaba".
"Disculpe mi Capitán no quiero que me joda más porque mi marido se puede enterar y puedo tener problemas", le escribió MEB a Díaz y a partir de entonces "el trato se volvió agresivo". "Comenzó a tratarme en forma descortés, haciéndome cargo de situaciones laborales que no eran mi responsabilidad".
En agosto de 2018, el sistema informático del Ejército sufrió un problema a nivel nacional que impidió realizar la carga de datos. Al comunicarle MEB esta situación a Díaz, éste reaccionó y le comunicó que la iba a sancionar.
Ese día regresó a su casa, tomó un cóctel de analgésicos y terminó en la guardia del Hospital Cullen, donde le diagnosticaron "un pico de estrés muy grave". Ojeras, caída de pelo, derrames en los ojos y apariencia anémica por la mala alimentación, eran algunos de los aspectos visibles.
A raíz de ese episodio, en el trabajo le dieron "licencia médica por quince días y la derivaron a profesionales en psicología y psiquiatría del Hospital Militar Regional de la ciudad de Paraná, con quienes inició un tratamiento".
Tras recibir el alta médica en marzo de 2019 tuvo una reasignación de tareas, donde según consta en el expediente "su desarrollo fue calificado con un puntaje de 100%". En tanto el Capitán Díaz fue trasladado a Corrientes.
En tanto, en abril de 2019 fue citada a una junta médica en Buenos Aires, y el 3 de febrero de 2020 le notificaron una resolución del 20 de diciembre de 2019, mediante la cual el Jefe de Estado Mayor General del Ejército resolvió clasificarla como "incapacitada para todo servicio" lo que le significó la "baja obligatoria por haber sido calificada como disminuida en sus aptitudes físicas con un 10% de incapacidad laboral".
En su declaración indagatoria, el capitán Díaz dijo "que nunca existieron mensajes de él hacia ella, con la que sólo trabajó escasos meses, que no era su superior inmediato y que no tenía facultad para sancionarla".
Indicó que la mujer "trabajaba en una oficina donde estaba yo y había otras personas, contigua a otra oficina y al sector de cocina de la unidad. Es un lugar de mucho tránsito de gente", destacó.
Alegó que en "el área logística apoya las actividades del Batallón por lo cual nuestro trabajo muchas veces requiere trabajar fuera de horario de actividades" y dijo que su traslado "está dentro de la planificación del ejército para cubrir puestos en distintas partes del país".
Para el juez Bailaque "los efectos producidos por el accionar del imputado son los daños psicológicos acreditados por medio de los testimonios e informes de las profesionales en psicología y psiquiatría del Hospital Militar, como así también la pérdida del trabajo de MEB, por cuanto fue dada de baja obligatoria en el Ejército Nacional Argentino por presentar un cuadro de "trastorno mixto ansioso depresivo" que "no guarda" relación con los actos de servicio".
"Se trata de una joven mujer, que se encontraba en los inicios de su carrera militar, jerárquicamente subordinada a un varón de 36 años de edad", resalta la resolución, que apunta a "factores que, sumado al contexto laboral de la dependencia militar (las personas con roles superiores eran también varones), colocan a la víctima en una situación de vulnerabilidad, que no puede ser soslayada en esta investigación".