Joaquín Fidalgo | jfidalgo@ellitoral.com
Este viernes habló ante el Tribunal la mujer acusada de abusar sexualmente de su propio nieto. Luego, brindó testimonio su hijo, tío de la presunta víctima. El martes será el turno del tercer encausado, abuelo del menor.
Joaquín Fidalgo | jfidalgo@ellitoral.com
Está llegando a su fin el juicio oral que se desarrolla en los tribunales santafesinos con el fin de determinar si existió el abuso sexual de un niño por el que están acusados sus propios abuelos maternos y uno de sus tíos. Los imputados son Víctor Hugo Baraldo, su esposa Nidia Noemí Morandini y el hijo de ambos, Juan Pablo Baraldo.
El presunto abuso habría ocurrido años atrás en la ciudad de Esperanza, cuando el menor de edad (que hoy es adolescente) tenía entre 6 y 9 años.
Este viernes, los acusados decidieron hacer uso de su derecho de brindar testimonio. Sus abogados defensores, Eduardo Jauchen y Alejandra Forte, explicaron que iban a hablar con dos condiciones: 1) haciendo uso parcial de su derecho de abstención, por lo que no iban a responder a preguntas de las partes acusatorias; 2) aceptar interrogantes que deseara hacer el Tribunal, en cualquier momento del relato.
No obstante, los conjueces Jorge Luis Silva -presidente-, Alfredo Martín Olivera y Néstor Darío Pereyra decidieron no hacer pregunta alguna, seguramente por los riesgos de “nulidad” que podrían acarrear ese tipo de participación, tal cual lo advirtió el abogado de la querella, Martín Risso Patrón.
Por razones de tiempo, sólo pudieron hacer uso de la palabra Nidia y Juan Pablo. Ambos describieron a la madre de la presunta víctima como fría, conflictiva, mentirosa y oportunista. Además, aseguraron que era manipuladora, pero a su vez muy influenciable y manejada por su pareja, padrastro del menor.
También acusaron a la madre del niño de inducir a su hijo para que mienta y hacer las denuncias, con el objetivo de quedarse con una propiedad de su abuela, madre de Nidia, y se mostraron “muy preocupados” por el niño y las condiciones en las que se encuentra en la actualidad.
“Nada de lo que se denuncia es verdad. Mi nieto es la razón de mi vida. La persona que amo”, afirmó Morandini.
La mujer hizo un repaso de toda su vida, a partir de los 14 años, cuando se puso de novia con su marido. Narró cómo fueron “progresando en la vida” merced al trabajo duro. Con muchas anécdotas, señaló que su hija -la madre de la presunta víctima- siempre “confrontó con nosotros”.
“Cuando quedó embarazada, a los 14 años, provocó un gran dolor en toda la familia. No era lo que esperábamos para ella, pero igual la apoyamos”, dijo.
También contó que durante los primeros años del menor, prácticamente fue criado por ella y su marido. “Por lo único que me culpo es porque no le puse límites a mi hija y por ella dejé de lado a mi pareja y a los demás integrantes de la familia”, puntualizó.
Morandini hizo referencia a anécdotas sobre el padrastro del menor que lo mostraban como una persona muy violenta y hasta esotérica.
Detalló luego cómo se fue enterando de las denuncias de su hija y cómo llegó al conocimiento del resto de la familia. Se quebró al hablar de la detención de su marido y la suya, y al manifestar que su madre murió horas después de su arresto, angustiada por lo ocurrido. “Perdió la vida como consecuencia de esta denuncia falsa de mi hija”, aseveró.
Manipulación
“Estoy obligado a hacerles saber que soy inocente. Niego los hechos. No puedo entender tanto ensañamiento, lo absurdo del proceso, que nunca se haya considerado otra posibilidad. El chico miente y yo pasé más de dos años preso”, señaló Juan Pablo Baraldo luego de un breve receso.
Con tono pausado y relato ininterrumpido, afirmó que su hermana (la madre de la presunta víctima) “siempre utilizó a su hijo para conseguir cosas de mis padres”, pero “cuando le dijeron que no” empezaron todos los problemas.
“Nosotros éramos el entorno más sano que tenía el niño -añadió-. Lo amamos. Me está preocupando la salud mental de mi sobrino ahora. Quién se va a ocupar de él. Tal vez no sea consciente de lo que generó a través de su mentira. Él es inocente, porque lo indujeron. Y tengo miedo por su seguridad. Creo que lo tienen engañado y no sé qué pueda pasarle cuando decida decir las cosas como son”.
“A él lo manipularon y lo quebraron para que mienta, por una ambición personal, por un capricho (de la madre) de quedarse con una propiedad”, concluyó.
El juicio continuará el próximo martes por la tarde, cuando ofrecerá su testimonio Víctor Hugo Baraldo, el abuelo del pequeño.