Jueves 16.4.2020
/Última actualización 11:13
Dos meses después del crimen de Hugo Oldani, ocurrido en una agencia de viajes del microcentro santafesino, se llevó a cabo en tribunales una audiencia de apelación de la prisión preventiva por uno de los involucrados, que permanece tras las rejas desde mediados de febrero. Se trata del “chofer” del Toyota Corolla que el 11 de febrero trasladó a dos jóvenes y una mujer hasta las inmediaciones de la galería Rivadavia y escapó con ellos minutos después de consumado el homicidio.
La medida cautelar había sido dicta oportunamente por el juez Jorge Patrizi en perjuicio de Juan Manuel Ruffino -el dueño y conductor del auto- y Brian Nahuel Damiani, éste último, por haber actuado de “campana” en el comercio de calle La Rioja 2441, dos cuadras al este de la peatonal. En tanto, permanecen prófugos un hombre y una mujer, que simulando ser una pareja, entró al local para robar a Oldani un bolso de cuero y efectuarle un disparo en el pecho en el momento en que el comerciante opuso resistencia.
En el caso de Ruffino, apeló la prisión preventiva y este miércoles por la mañana se celebró la audiencia en el primer piso de los tribunales de la capital provincial, en la que el juez de la Cámara de Apelación en lo Penal, Enrique Álvarez, escuchó a las partes durante más de dos horas.
A pesar de la implementación de la modalidad de videoconferencia para realizar las audiencias, esta se realizó con la participación física de todos los involucrados en la Sala 5 del Palacio de Justicia. Allí estuvieron los fiscales del MPA, Cristina Ferraro y Jorge Nessier; el querellante, José Ignacio Mohamad -en representación de una de las hijas de Oldani-; y el abogado defensor Raúl Berizo.
Fue este último quien argumentó la inexistencia de peligros procesales que acarrearía que se ordene el cese de prisión para su pupilo, quien se encuentra acusado como “coautor de homicidio doblemente calificado (por el empleo de arma de fuego y por ser cometido para consumar otro delito criminis causae)”, en concurso real con el “robo doblemente calificado (por el empleo de arma de fuego apta para el disparo y por haber sido cometido en poblado y en banda)”.
Tanto la acusación como la querella rechazaron la solicitud de Berizo, y mantuvieron firme su postura en cuanto a la privación de la libertad de Ruffino. El juez Álvarez resolverá según los plazos de ley.
El crimen se produjo el martes 11 de febrero, a primera hora de la tarde, en la agencia Turismo Oldani, ubicada en La Rioja 2441 de la galería Rivadavia. Según la hipótesis fiscal se trató de un robo, en el que en un intento por resistir el desapoderamiento, el comerciante recibió un disparo mortal, a corta distancia, que le ingresó por el vientre y le afectó órganos vitales que a pesar de la rápida intervención médica, hicieron imposible salvarle la vida.
Las cámaras de seguridad dieron cuenta de la secuencia y permitieron rápidamente identificar el auto en el que se conducían los asaltantes. Unos días después -el 15 y 16 de febrero- fueron detenidos Damiani y Ruffino, mientras la pareja que entró al local permanece prófuga desde entonces.
A Damiani lo apresaron un sábado por la noche, mientas disfrutaba de los carnavales de Guadalupe OEste, en el bulevar French; en tanto su consorte de causa fue esposado y trasladado desde su casa familiar de calle Arenales al 9200, del barrio Policial; el mismo sitio donde cuatro días antes los investigadores secuestraron el Toyota Corolla blanco con vidrios polarizado que se utilizó para cometer el atraco.
Un amigo de Juan Manuel Ruffino resultó ser un testigo clave, ya que momentos después del ataque a Oldani vio a los cuatro ladrones afuera de su casa, en la zona del mercado de abasto. El declarante, contó que todos fueron recogidos por un auto negro, excepto su amigo que se quedó a tomar unos mates y mientras lo hacían le pidió que revisara con su celular “si había alguna noticia” porque “hicimos un trabajo y salió mal”, en clara alusión al crimen del comerciante.