Los dos jóvenes que fueron detenidos en las últimas horas por el crimen del empresario Hugo Oldani fueron imputados este lunes por la fiscal del caso, Cristina Ferraro, quien les atribuyó la coautoría de homicidio doblemente calificado (por el empleo de arma de fuego y por ser cometido para consumar otro delito criminis causae), en concurso real con el delito de robo doblemente calificado (por el empleo de arma de fuego apta para el disparo y por haber sido cometido en poblado y en banda).
La audiencia se realizó en los tribunales locales, duró unos pocos minutos y fue presidida por el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Nicolás Falkenberg.
Los acusados, un muchacho robusto (de 25 años) y otro de contextura muy delgada (de 21), escucharon con atención las palabras de la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación (MPA). El primero, identificado como Juan Manuel R., es quien manejaba el automóvil Toyota Corolla -que además es de su propiedad- en el que se movieron los asesinos el martes de la semana pasada. Esto fue reconocido por él mismo, pero asegura que sólo actuaba como chofer y que no sabía que sus pasajeros iban a cometer un delito. Además, afirma que fue amenazado por ellos con un arma de fuego para escapar de la escena. El segundo imputado, llamado Braian Nahuel D., que también llegó en ese coche, sería quien ingresó a la céntrica galería de calle Rivadavia al 2600, pero se quedó en el hall como “campana”.
La policía continúa buscando a la pareja que entró a los locales 29 y 30, donde funcionaba la agencia Turismo Oldani y fue ejecutado su titular de un tiro en la panza.
El trágico asalto ocurrió poco después de las 17, en la concurrida galería ubicada a pasos de la peatonal San Martín y también de la Comisaría 1a.
“Los delitos fueron cometidos por cuatro personas que actuaron en conjunto, en cumplimiento de lo planificado con anterioridad y en base a distribución previa de tareas”, explicó Ferraro, que no descarta la existencia de un quinto cómplice, autor intelectual del hecho.
Para la funcionaria, la banda le robó “dinero y otros objetos de valor” a la víctima, que “se resistió activamente e intentó detener la huida” de los delincuentes; por lo que “le efectuaron un disparo con una pistola calibre 9 milímetros con el objetivo de consumar el apoderamiento ilegítimo”.
“Finalmente, y luego de consumar el robo y el ataque a Oldani, las tres personas salieron corriendo de la galería, se subieron rápidamente al automóvil y escaparon del lugar junto al cuarto sujeto”, indicó.
“Por su parte, la víctima fue trasladada al hospital José María Cullen, donde murió horas después”, concluyó.
Estuvo presente durante la audiencia el abogado José Ignacio Mohamad, quien se constituyó como querellante, en representación de la hija de Hugo Oldani.
“La víctima era un ciudadano correcto, que participó de la Asociación de Agencias de Turismo y del Centro Comercial. Él fue atacado en su comercio, ubicado en un lugar muy transitado de la ciudad, y recibió un disparo durante un ilícito”, enfatizó.
Por otra parte, elogió la labor de la fiscal. “Confiamos que en un breve serán arrestados los otros dos responsables. La doctora Ferraro está trabajando plenamente en el hecho. Conocemos esas tareas y a veces son engorrosas. La celeridad que pide la gente no va de la mano con los tiempos de la Justicia. Es una tarea ardua. Estamos muy conformes”, aseguró.
Por otra parte, adelantó que mañana prestarán declaración familiares del empresario. “Fueron citados por los investigadores para aportar datos que puedan ser de utilidad para la causa. La familia está recluida en su hogar, medicada. Imaginen la sorpresa de que un día, a las 18, les comuniquen lo que había pasado y poco después el fallecimiento”, explicó.
De acuerdo a lo resuelto, el miércoles en horario a confirmar se realizará la audiencia de medidas cautelares. La fiscal adelantó que solicitará la prisión preventiva de los dos imputados.
El doctor Raúl Berizzo defiende a Juan Manuel R. “La semana pasada él se presentó en la comisaría que le corresponde por jurisdicción para colaborar con la causa. Desconocía la totalidad de los hechos. Los asaltantes lo utilizaron como remís, pero en forma particular, sin estar legalizado”, señaló luego de la audiencia.
“Entiendo -agregó- que no hay elementos suficientes, fundamento jurídico, como para detenerlo y pedirle la prisión preventiva, ni atribuirle semejante hecho. Manejaba un vehículo que en parte está a nombre de él. Era una forma más de ganarse la vida. Él también trabaja en una empresa de seguridad cuyo nombre desconozco y no tiene antecedentes delictivos”.
Al ser consultado por la prensa sobre el tiempo transcurrido entre el hecho y la presentación de su cliente en sede policial, dijo: “No hubo gran demora. No nos olvidemos del shock que sufrió y que fue amenazado. Él aportó información sobre uno de los delincuentes, a quien conocía de vista. Es el hombre que está prófugo”.