Fue como consecuencia de una denuncia radicada por un productor que les vendió animales vacunos.
En el marco de una investigación, agentes de Los Pumas les tomaron las huellas dactilares a un consignatario de hacienda y a un ganadero de la localidad del departamento San Justo.
Fue como consecuencia de una denuncia radicada por un productor que les vendió animales vacunos.
Personal de la policía rural de la provincia - de la Sección San Justo-, en colaboración con Agencia de Investigación Criminal, investigó una denuncia radicada por un productor ganadero, propietario de un campo destinado a la cría de ganado mayor en el departamento San Justo, quien dio cuenta que en marzo del año corriente se contactó con un consignatario de hacienda para que le realice una venta de animales.
Entregó de esa manera, en forma de confianza al consignatario, 9 terneros y un toro, por un total de $ 900.000. Luego de la entrega de los animales, el representante cortó todo tipo de contacto con el propietario; pasados unos meses, el vendedor se contactó con la cooperativa ganadera donde suponía que seguía trabajando el comerciante, y fui ahí cuando se anotició de que había sido desvinculado de la entidad, por lo cual cayó en la cuenta de que habría sido estafado.
Seguidamente, los agentes de Los Pumas recibieron de parte del damnificado detalles de una camioneta y el tráiler, los que al momento de la venta de los animales en cuestión eran conducidos por un estanciero, quien lo acompañó a realizar la carga de los animales.
El dueño de ese vehículo fue citado con fines de entrevistarlo para aportar datos, pero este se presentó en dos ocasiones con actitud evasiva y les manifestó que no declararía al respecto.
En base a la información recabada, Los Pumas establecieron que el estanciero también se hallaría involucrado en el hecho.
Interiorizado el fiscal de turno sobre los pormenores del hecho, ordenó el allanamiento en su fundo rural (al norte de San Justo), donde secuestraron una camioneta, una escopeta calibre y un fusil calibre 7.65, numerosas municiones de diferentes calibres, y documental de interés para la causa. El sujeto carecía de la correspondiente documentación para la tenencia de las armas.
De acuerdo a las manifestaciones sobre la ubicación del tráiler, los uniformados rurales se dirigieron unos 30 kilómetros al oeste, donde constataron la existencia del rodado, procediendo también a su secuestro.
Por orden del fiscal, identificaron al conductor del vehículo por el delito de estafa y tenencia de arma de fuego de uso civil y de guerra; y al consignatario de hacienda le tomaron las huellas dactilares por la figura penal de estafa, ambos en estado de libertad.
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