Acusada de haber ayudado a dos de los implicados en el asesinato al agenciero de turismo Hugo Oldani, quedó en prisión preventiva. Así lo dispuso la jueza Sandra Valenti este martes, luego de dar por acreditado el peligro de fuga.
Brindó asistencia al autor material del hecho, a quien "aguantó" en su casa, y también colaboró con la adolescente que lo acompañaba. También se le atribuyeron dos delitos que no están relacionados con la muerte del agenciero.
Acusada de haber ayudado a dos de los implicados en el asesinato al agenciero de turismo Hugo Oldani, quedó en prisión preventiva. Así lo dispuso la jueza Sandra Valenti este martes, luego de dar por acreditado el peligro de fuga.
La detención de Cristian Bruno Figueroa, el hombre que disparó contra Hugo Oldani la tarde del 11 de febrero de 2020 y la aprehensión de la adolescente que lo acompañaba al momento del hecho tuvo algo en común o, mejor dicho, alguien. Florencia Pérez escondió al primero en su hogar hasta que cayó en un allanamiento, y también conducía el auto en el que la menor intentó huir de la policía luego de que la reconocieran en la calle.
El pasado diciembre se realizaron dos allanamientos con el objetivo de encontrarla, pero siquiera su madre pudo aportar datos exactos de dónde estaba. La semana pasada fue apresada en avenida Freyre, cuando conducía un automóvil robado en la provincia de Buenos Aires en 2019, e imputada por el delito de "encubrimiento y uso de documento falso".
En el marco de la causa Oldani los fiscales al frente de la investigación, Gonzalo Iglesias y Ana Laura Gioria, le atribuyeron a Pérez el "encubrimiento agravado por ser el hecho precedente un delito especialmente grave, reiterado en dos oportunidades", y solicitaron que permanezca en prisión preventiva. El querellante Romeo Díaz Duarte adhirió al planteo fiscal, mientras que la defensa técnica, a cargo del doctor Iván Leguiza, pidió la morigeración de la medida cautelar a domiciliaria en función del "interés superior del niño" ya que la mujer tiene dos hijas pequeñas.
"No hables Flor"
A dos meses del fallecimiento de Oldani, el autor material de su homicidio estaba refugiado en el domicilio de Pérez, ubicado en ese momento en Gorostiaga al 3700. El 18 de abril del 2020, cuando la policía irrumpió en el lugar, ella solo alcanzó a decir "yo no tengo nada que ver", antes de ser cortada en seco por Figueroa: "No hables Flor".
Menos de dos meses más tarde, el 2 de junio, Pérez protagonizó una persecución que terminó con Agustina G. aprehendida. Dos policías habían reconocido a la adolescente, que era intensamente buscada por su participación en el homicidio del agenciero, mientras patrullaban sobre calle Camino Viejo a Esperanza, cerca de la intersección con Castelli.
Cuando las personas que estaban con la joven se dieron cuenta de la situación, la metieron "de prepo" a un Toyota Corolla que era conducido por Pérez, en el cual intentaron alejarse de los policías, que comenzaron a seguirlas. Recorrieron 50 cuadras, atravesando barrios Cabal, Villa Hipódromo y Los Hornos, hasta que finalmente fueron interceptadas.
Domiciliaria
Pérez prestó colaboración a "dos personas involucradas en un hecho grave, por homicidio, a quienes se les atribuye el hecho en coautoría", señaló el fiscal Iglesias, un hecho que además "ha sido de muy notorio conocimiento y difusión en redes sociales".
Se le atribuyeron cuatro delitos que concursan realmente, y en una eventual condena la pena estaría alejada del mínimo, teniendo en cuenta que ha "demostrado una refractariedad reiterada para con la ley penal", aseguró Gioria, que agregó que la suma de las máximos de todos delitos es de 21 años de prisión.
Los fiscales también alegaron la existencia de ambos riesgos procesales, tanto el entorpecimiento probatorio como la fuga, haciendo especial hincapié en el último. El 29 de diciembre pasado se realizaron dos allanamientos con el objetivo de detenerla, uno en el inmueble en donde había "aguantado" a Figueroa y el otro en la casa de su madre. Se había mudado, y su progenitora no pudo especificar en dónde se encontraba su hija. Además, señalaron que no tiene arraigo laboral pero sí tiene a su disposición domicilios y vehículos.
El defensor Iván Leguiza alegó que la mujer sabía que estaba ayudando a dos personas requeridas por la Justicia, pero que no tenía conocimiento de que estaban involucrados en la causa Oldani. Tiene dos hijas de 3 y 5 años, está a cargo de su hermana de 16, y las tres dependen de ella para subsistir. Por ello, invocando el interés superior del niño, solicitó que de dictarse la cautelar de máxima, ésta fuera morigerada a prisión domiciliaria.
La jueza Sandra Valenti dio por acreditado el peligro de fuga, y sostuvo que desde diciembre la mujer "tenía conocimiento de que era buscada" y "sin embargo no se presentó" ante la Justicia. La morigeración fue rechazada y ordenó que Pérez permanezca en prisión preventiva.