El antes y después de una mujer operada en una clínica clandestina de Santa Fe
“Me abrieron seis veces en cuatro meses” contó María Laura que asegura que “ya no dormía del dolor” y que en un momento “pensé que me moría”. Hoy pretende ser querellante en una causa que tiene a un médico imputado.
El antes y después de una mujer operada en una clínica clandestina de Santa Fe
Un encapsulamiento de una prótesis mamaria colocada varios años atrás llevó a María Laura a visitar a un médico de barrio Candioti Sur, en la ciudad de Santa Fe, que atendía en una vieja casona de calle Alberdi, a la vuelta de la cervecería. El lugar, que se anunciaba como consultorio para tratamientos estéticos, no era otra cosa que una clínica clandestina, que fue allanada por la justicia y clausurada por la municipalidad en agosto de 2021.
Casi dos años después, una causa penal gravita en los tribunales santafesinos, en la cual una de las denunciantes pretende ser tenida en cuenta como querellante. Patrocinada por el abogado Martín Montegrosso, María Laura contó cómo fue su paso por la institución que lleva las iniciales de su dueño, el doctor C.A.
María Laura compartió sus fotos con el “antes” y el “después” de una seguidilla de cirugías estéticas.
El médico fue el único, de tres colegas denunciados, en ser imputado -por lesiones culposas- en una audiencia realizada en libertad, en las instalaciones del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
-¿Cuánto hace y por qué fuiste a ese lugar?
-Fue en la clínica de C. A. donde también me atendieron otros dos médicos -R.G. y M.L.R. Fue en agosto de 2020 en plena pandemia, cuando se produjo esa apertura media. Yo en realidad tenía unas prótesis de muchos años, tenía encapsulada una y eso me provocaba bastante dolor. Fui a preguntar y C.A. me prometió que me la iba a cambiar. Pero apenas me la cambió tuve una infección. Entonces iba a verlo y me metía otra vez al quirófano.
-Sí, en cuatro meses me abrió seis veces la mama, porque se me infectaba.
“Yo realmente quería estar bien, porque pensé que me moría”, relató María Laura, que se puso en contacto con otras mujeres que atravesaron situaciones similares.
-¿En el mismo lugar fue donde hiciste todo el tratamiento?
-Sí, me operaron los tres. En alguna ocasión estaba él solo (C.A.) y cuando iba a la consulta a decirle que me dolía muchísimo me daba unos calmantes muy fuertes, después me daban antibióticos. Tomé de todo hasta el escalón anterior a la morfina más o menos.
-¿Te quedaron secuelas?
-Sí, me quedaron secuelas, porque para distraerme y llevar la atención a otra parte, el médico me prometió sacarme “un rollito de acá al costado” -se señala la cadera-. Desde entonces que no puedo usar bikini porque me da vergüenza, tengo como un tajo que me quedó por la infección que me agarró por dentro. Me apretaba y me salía pus, o sea que a la par del tema de las prótesis de mamas tenía esto.
-¿Durante cuánto tiempo mantuviste la relación hasta que decidiste ir de otro médico?
-Estuve cuatro meses, en los que me abrió seis veces. La última vez que salí de ahí, me senté en el auto y no daba más, sufrí tanto, porque no se me alcanzaba a cerrar (la herida) que ya me abría de nuevo.
-¿Cómo fueron esas operaciones?
-Era ir a comentarles alguna cosa y te decían: “Vení, pasá acá” y ahí nomás te operaban. Cuando me ponían la anestesia me preguntaban “¿te duele?”, “te pongo un poquito más”, así me decían. Es decir, no controlaban la anestesia ni nada y había dos chicas que lo ayudaban que después me entero que no eran ni enfermeras. La verdad que sufrí un montón y la última vez mi marido me dijo que no vaya más porque ya no dormía del dolor, estaba muy mal. Ya se me había cerrado la herida, pero seguía con calmantes muy fuertes y varias clases de antibióticos, así que decidimos ir a otro profesional.
-¿Dónde te hiciste ver después?
-Yo me manejé acá en Santa Fe, me atendió otro doctor que me sacó lo que tenía y me acomodó, pero igualmente al día de hoy no tengo bien porque los anteriores habían hecho esos cortes que quedaron. Pero mejoré y ya nunca más tuve relación con la otra clínica.
-Yo vi la denuncia que me mostró un amigo por una nota de El Litoral. Yo realmente quería estar bien, porque pensé que me moría, pero vi eso y me comuniqué con varias chicas a las que le pasó lo mismo y algunos tienen miedo o no quieren salir.
-¿Qué es lo que buscan con la denuncia?
-Que no le vuelva a pasar a otras chicas que no hablan por miedo. No puede seguir atendiendo una persona así. Además, por lo que sufrimos con mi familia, en especial mi hija y mi marido.
Constitución de querellante
Si bien son varias las víctimas que constan en la carpeta judicial iniciada a mediados de 2021 con una denuncia, el abogado Martín Montegrosso representa a tres de ellas de las cuales “la más avanzada es María Laura porque se presentó primero”, explica.
Sin embargo, cuenta que el proceso penal ha sufrido altibajos. “La constitución de querellante tuvo unos inconvenientes, porque en el medio hubo un cambio de abogado defensor público a uno privado” por parte del principal implicado, y los otros dos médicos “tienen otro abogado y no están imputados” todavía.
La entrevistada decidió contar su historia para “que no le vuelva a pasar a otras chicas que no hablan por miedo”. Crédito: Flavio Raina
Originalmente la Investigación Penal Preparatoria estuvo a cargo del fiscal Carlos Lacuadra, que al pasar a la Unidad de Homicidios delegó las actuaciones a su par Roberto Olcese, que fue quien imputó a C.A. Pero este último también fue trasladado a otra dependencia del MPA y su causa fue reasignada al fiscal Omar De Pedro que es quien deberá darle continuidad.
“Ahora la causa la tiene De Pedro al que le llovieron todos esos casos que eran de otros fiscales y eso retrasó un poco” la investigación, reconoció el letrado. “En el medio, quedó la constitución de querellante, que está interpuesta, pero no está resuelta”, agregó Montegrosso, quien aclaró que “la imputación para C.A. es por dos víctimas, pero hay una tercera que represento por la que no está imputado y tienen que imputarle ese delito también”.
A propósito de la suspensión de la audiencia de la constitución de querellante, Montegrosso señala que “normalmente no hay oposición de la defensa para que se admita, porque se entiende que es el derecho de la víctima ejercer la querella”. Por ese motivo “entiendo que al haber un nuevo defensor, al ser notificado de la constitución de querellante, no debería haber oposición y de ser así se resolvería directamente por el juez de la Oficina de Gestión Judicial”, concluyó.
Denuncia, allanamiento y sorpresa
El jueves 12 de agosto de 2021 la Agencia de Investigación Criminal (AIC) allanó una clínica clandestina de calle Alberdi 3062, en el barrio Candioti de Santa Fe. Un médico quedó demorado, en su carácter de dueño de la empresa cuyo nombre de fantasía es CA.
El operativo policial respondía a una denuncia penal por mala praxis médica realizada ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA). Por sus características, contó con la colaboración de personal de la Secretaría de Control de la Municipalidad, que ese mismo día clausuró el edificio al advertir que se encontraban trabajando sin habilitación.
El allanamiento de la clínica CA se realizó la mañana del jueves 12 de agosto de 2021, en el edificio de calle Alberdi 3062. FOTO: Guillermo Di Salvatore/Archivo
En el lugar funcionaba un quirófano donde se llevaban a cabo cirugías estéticas ambulatorias y sin ningún control por las autoridades encargadas de regular la actividad.
Una semana después del operativo, el fiscal Carlos Lacuadra mandó a identificar y leer sus derechos a tres médicos señalados por una de las mujeres atendida a fines de 2018 y que radicó la denuncia el 9 de julio de 2021 ante el MPA
La denunciante relató que se operó la mañana del 24 de noviembre de 2018 en la clínica C.A. Eran dos operaciones programadas, que como consecuencia, le habrían acarreado serios problemas de salud.
La exposición pública del caso motivó que otras mujeres que pasaron por el quirófano del Dr. CA se acercaran a radicar la denuncia, las que en un momento contabilizaban cinco presuntas víctimas.