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La víctima es un joven de 23 años y falleció a causa de un disparo que le atravesó el pecho.
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Un vecino de barrio San Lorenzo se presentó en la Seccional 10° de policía el viernes, atormentado porque su hijo de 18 años acababa de matar a una persona. Acompañado por el personal policial, el hombre regresó a su casa en Aguado y Amenabar, y entregó al muchacho. En sus manos llevaba una bolsa con el arma homicida: un revólver calibre 22 largo con 8 proyectiles.
No eran más de las once y media de la noche cuando dos mujeres, que estaban sentadas en la puerta de su casa, en pasaje Miguel de Cervantes al 4300, del mismo barrio San Lorenzo, vieron caer a un hombre con el cuerpo ensangrentado y una cuchilla de mango blanco empuñada en su mano izquierda.
Como el cuadro era grave lo cargaron en un auto particular y lo llevaron a la guardia del Hospital Cullen, donde desafortunadamente la víctima llegó sin vida. Nada pudieron hacer los médicos, que horas más tarde informaron que el cuerpo presentaba dos heridas de bala: una en el tórax, que en su recorrido dañó órganos vitales hasta salir por debajo de la axila; y la otra en uno de sus brazos.
La policía identificó al fallecido como Ariel Alberto Olivera, de 23 años y también vecino del lugar, precisamente en la zona de Aguado al 1300, informaron fuentes del caso.
Por el caso tomó intervención el fiscal de la Unidad Especial de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación, Gonzalo Iglesias, el cual dispuso el traslado del presunto homicida a la Seccional 2da. de barrio Sur por cuestiones de seguridad.
Se investiga
Por otra parte, la fiscalía de Homicidios investiga las causas de la muerte de un hombre de 70 años, que fue hallado sin vida en su casa del barrio Los Hornos, según confirmaron fuentes del Ministerio de Seguridad.
Por jurisdicción las actuaciones quedaron radicadas en la Seccional 9°, cuyo personal acudió este viernes en horas de la siesta a un domicilio de Pasaje Denis al 5900. Una vez en el lugar, los uniformados se entrevistaron con familiares de Mario Paulo Andia, quien se encontraba ya sin vida en el baño de la casa.
Al parecer, el médico policial que revisó el cadáver habría constatado una serie de lesiones, por lo que el fiscal del caso ordenó la realización de la autopsia para establecer si éstas fueron producto de una caída o acaso tuvieron otro origen.