Oscar, quien era el suegro de Fernando Báez Sosa, declarará este martes como testigo ante el Tribunal de Dolores que juzga a los ocho rugbiers acusados por el crimen de enero del 2020 en Villa Gesell.
Prestarán testimonio nueve amigos de Fernando y se especula con que también pueda declarar Julieta, quien era su novia al momento de ser asesinado.
Oscar, quien era el suegro de Fernando Báez Sosa, declarará este martes como testigo ante el Tribunal de Dolores que juzga a los ocho rugbiers acusados por el crimen de enero del 2020 en Villa Gesell.
Junto a la declaración del hombre también están convocados a testificar nueve amigos de Fernando quienes son testigos directos de la golpiza que recibió el joven de 18 años frente al boliche Le Brique en el centro de la ciudad de Villa Gesell.
Asimismo, se especula con que en esta segunda audiencia también pueda declarar Julieta, la joven que era novia de Fernando al momento de ser asesinado.
Será la segunda audiencia de juicio y tal vez una de las más importantes, puesto que los testigos fueron observadores directos del ataque a Fernando esa madrugada luego que su grupo de amigos tuviese un altercado con el de los agresores que comenzó dentro del boliche y se extendió en la puerta.
Para todo el juicio, está previsto la declaración de unos 130 testigos y la idea del Tribunal Oral Criminal 1 de Dolores es finalizar con la prueba de testigos el 18 de enero, día en que se cumple un nuevo aniversario del crimen y para lo cual está programada una marcha en la ciudad de Villa Gesell.
La defensa de los ocho rugbiers acusados de matar al joven Fernando Báez Sosa pidió ante el Tribunal Oral Criminal 1 de Dolores la “suspensión” del juicio en el que la acusación ya adelantó que pedirá la pena de prisión perpetua.
Según el defensor Hugo Tomei, su colega de la acusación, Fernando Burlando, “se ha excedido” en los lineamientos en el que adelantó que pedirá al final del juicio la pena de prisión perpetua para todos los imputados. “Creo que el exceso no es bueno doctor Burlando”, le dijo, y agregó: “quieren apagar el fuego con querosene”.
Tomei cuestionó el proceso de instrucción del caso que ahora llega a juicio y la “imputación colectiva” que según él, hubo contra los ocho acusados.
Además, dijo que los ocho jóvenes acusados “fueron condenados de antemano” y que se excedieron los plazos de la prisión preventiva.