La denuncia de un grupo de vecinos de barrio Barranquitas llevó a la detención y posterior condena de un narco barrial que se dedicaba a vender cocaína. Le derribaron el búnker, y le impusieron una millonaria multa.
Fabián Alejandro Rivero, de 23 años, también deberá pagar una multa de más de cuatro millones de pesos.
La denuncia de un grupo de vecinos de barrio Barranquitas llevó a la detención y posterior condena de un narco barrial que se dedicaba a vender cocaína. Le derribaron el búnker, y le impusieron una millonaria multa.
Se trata de Fabián Alejandro Rivero, de 23 años, quien fue condenado como autor del delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización” a 4 años de prisión.
La sentencia fue resuelta por el juez Pablo Busaniche en un juicio en el que se abreviaron los procedimientos que se llevó a cabo en los tribunales de la ciudad de Santa Fe. El magistrado impuso el pago de una multa de $ 4.050.000 a Rivero.
La investigación estuvo a cargo del fiscal Agustín Nigro, quien informó que la venta al menudeo de estupefacientes tenía lugar en un inmueble ubicado en un pasillo de calle Cochabamba al 4100, en el barrio Barranquitas de la ciudad de Santa Fe.
Tras la denuncia de los vecinos, desde la fiscalía “analizamos que el caso cumplía con los criterios establecidos por el Equipo de Microtráfico, solicitamos autorización a la Fiscalía General, y avanzamos con las diligencias que luego permitieron llegar a la condena”, explicó Nigro.
“Profundizamos el trabajo investigativo y pudimos verificar que, efectivamente, el condenado vendía droga en esa construcción”, sostuvo, y agregó que “hay registros fílmicos que lo muestran comercializando estupefacientes al menudeo”.
El fiscal detalló que “entre otras diligencias, solicitamos un allanamiento, en el marco del cual se encontró a Rivero en el lugar y se le secuestraron 71 gramos de cocaína fraccionados en 176 envoltorios de papel satinado de distintos colores, ubicados todos juntos en una misma bolsa”.
“El lugar donde fue aprehendido Rivero estaba acondicionado exclusivamente para la venta de la droga”, y desde el MPA “solicitamos judicialmente el derribo de la construcción, la cual se llevó a cabo oportunamente” cumpliendo con la orden de la jueza Cecilia Labanca.