Martes 4.8.2020
/Última actualización 15:57
Una nueva condena se suma para “Yiyo” Ramallo, esta vez, por lanzar un cesto de basura a la cara y amenazar de muerte al fiscal Guillermo Loyola, en medio de una audiencia de prisión preventiva celebrada a fines de 2018 en los tribunales de Rafaela. El hecho que generó gran conmoción en el ámbito tribunalicio santafesino, y que por su singularidad se difundió en medios de todo el país, terminó con la imposición de tres años de prisión para Evelio Horacio Ramallo, de 34 años, por los delitos de “lesiones leves y coacción”. Con ella, el reo fue declarado reincidente, puesto que se encontraba purgando otra condena a 20 años de prisión en la cárcel de Coronda.
Así lo dispuso el juez Osvaldo Carlos en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos y que se realizó de forma remota a través de la aplicación Zoom.
Por su parte, el fiscal de la investigación, Carlos Vottero, recordó que “el ilícito fue cometido el jueves 13 de diciembre de 2018 alrededor de las 11 de la mañana, en circunstancias en que se desarrollaba una audiencia de medidas cautelares en la sala número 2 de la Oficina de Gestión Judicial de los tribunales de Rafaela”.
“Ramallo estaba sentado del lado derecho de la sala de audiencias junto a su abogada defensora y frente al juez Mognaschi”, precisó Vottero. “Tras visualizar un cesto de basura de metal que estaba debajo del escritorio, el acusado lo tomó repentinamente y, a una distancia de un metro, lo arrojó con violencia hacia el fiscal Guillermo Loyola, quien estaba sentado del lado izquierdo de la sala”, relató.
“Esta situación generó la reacción inmediata de los efectivos policiales presentes en el lugar quienes sujetaron a Ramallo, mientras el hombre condenado gritaba y amenazaba de muerte al fiscal Loyola”, manifestó. En tal sentido, especificó que “el fiscal Loyola sufrió traumatismo de rostro y de cráneo, entre otras lesiones que, desde el punto de vista médico-legal, fueron calificadas como leves”.
En cuanto a la situación particular de Ramallo, desde la Fiscalía señalaron que “tiene múltiples antecedentes condenatorios y fue declarado reincidente en distintas oportunidades”. “La última condena fue impuesta el 13 de mayo de 2016 por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santa Fe, que unificó diversas penas previas en la pena única de 18 años de prisión de cumplimiento efectivo y el pago de una multa de 4.000 pesos”.
Vottero agregó que “por la agresión al fiscal Loyola se ordenaron los tres años de prisión de cumplimiento efectivo y, por moderada composición, se unificó con la pena anterior y quedó en 20 años de prisión de cumplimiento efectivo, más accesorias legales y costas del proceso”.
Finalmente, explicó que “desde Fiscalía también solicitamos una nueva declaración de reincidencia y, como la Defensa se opuso a ese pedido, el juez debía resolverlo en los fundamentos pertinentes. Ahora, finalizados los plazos legales para hacerlo, el magistrado resolvió declarar reincidente a Ramallo en los términos del artículo 50 del Código Penal”.
El día ocurrió el ataque, el fiscal Guillermo Loyola había pedido la prisión preventiva para “Yiyo” Ramallo y solicitó al juez Alejandro Mognaschi que restrinjan las visitas familiares en la cárcel de Coronda, donde purgaba una condena con vencimiento en 2032. El argumento era el secuestro de cinco celulares desde su celda en el último año, con los cuales había cometido una docena de delitos más desde la cárcel.
La audiencia llevaba más de dos horas cuando se produjo el incidente, que interrumpió el acto en el que se encontraba exponiendo su propia defensa, a cargo de la Dra. Hilda América Knaeblein. Ramallo explotó cuando oyó el pedido de la Fiscalía para que se lo declare preso de “alto perfil”, y que por ende le restrinjan al máximo las visitas familiares.
Una vez consumado el golpe una unidad de emergencia brindó los primeros auxilios al fiscal y la audiencia se reanudó más tarde, en una sala más grande y sin la presencia del fiscal Loyola, que fue reemplazado por el fiscal regional, Diego Vigo, secundado por el fiscal Martín Castellano.
Ese día, a Ramallo se le atribuyen los delitos de homicidio calificado en grado de tentativa, agravado por el uso de arma de fuego en calidad de instigador (dos hechos); un abuso de armas también en calidad de instigador; coacciones (3 hechos) y amenazas (6 hechos), todos ellos planeados y ordenados estando alojado en la cárcel de Coronda, donde purgaba dos condenas. Además, fue trasladado a la cárcel de Piñero.