A principios de julio el asalto a mano armada a un local de telefonía celular ubicado al norte de la ciudad de Santa Fe se volvió viral, ya que todo quedó registrado por las cámaras de seguridad. El delincuente fue identificado y detenido, y decidió firmar un juicio abreviado.
Se trata de Carlos Gabriel Ponce, de 33 años, quien aceptó la condena a 3 años y 5 meses de prisión por el "robo agravado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudo ser acreditada" cometido la tarde del 3 de julio. Además, lo declararon reincidente por cuarta vez.
El acuerdo fue presentado por la fiscal Rosana Peresín y el defensor público Sebastián Moleón ante el juez Pablo Spekuljak, quien condenó a Ponce. Al momento de definir la pena, la fiscalía valoró "la violencia que el imputado desplegó con la utilización de un arma de fuego, sobre una víctima mujer y que además cuenta con antecedentes condenatorios".
Sólo efectivo
De la investigación surgió que el lunes 3 de julio Ponce acudió al local comercial ubicado en Aristóbulo del Valle al 6100 pasadas las 16, y consultó a la empleada el precio de un parlante. Se retiró y, momentos más tarde, una clienta que lo había visto le comentó a la cajera que el hombre continuaba en la zona, al lado de un auto rojo, hablando por teléfono de manera sospechosa.
Minutos antes de las 19 Ponce regresó al lugar. Como se había cambiado de ropa, la empleada no lo reconoció a simple vista. Exhibiéndole una pistola, amenazó a la mujer y le dijo que actuara "normal", como si lo estaba atendiendo. Luego, le exigió "que le entregue todo el dinero", mientras continuaba apuntándole con el arma.
Ella obedeció, entregándole la recaudación de los últimos tres días, que sumaba alrededor de $400.000. Él le dijo que se encerrara en el baño y antes de hacerlo la mujer le pidió que por favor no le robara su teléfono personal, ni el de trabajo. El delincuente le contestó que no le interesaban los celulares, sólo el dinero en efectivo.
La empleada pasó cerca de 5 minutos encerrada, y cuando salió el hombre ya no estaba en el local. Tal como le había dicho, no se llevó ninguno de los artículos que estaban en el comercio, sólo la plata.
El local contaba con cámaras de seguridad, que registraron el robo y el rostro del delincuente. Estas imágenes se viralizaron rápidamente a través de redes sociales y por los medios de comunicación de la ciudad. Gracias a esto, llegó a la policía el nombre de Ponce como posible autor del hecho.
Se lo buscó en las redes, pero no tenía ningún perfil. Sí encontraron el de su pareja, que había publicado fotos con él, a través de las cuales lograron concluir que se trataba de la misma persona del video de las cámaras de seguridad. A través de la base de datos, se obtuvo el DNI de Ponce y se logró saber que tenía antecedentes condenatorios.
También se obtuvo un domicilio, el cual fue allanado por orden de la jueza Rosana Carrara. Allí detuvieron a Ponce y secuestraron las prendas de vestir que utilizó al momento de cometer el robo. La fiscal Peresín lo imputó, y el preso decidió terminar el proceso a través de un juicio abreviado, por lo que actualmente se encuentra condenado cumpliendo los 3 años y 5 meses de pena acordados.