La Justicia confirmó este jueves que la caída de la pareja de un acantilado ubicado al sur de la ciudad, ocurrida el miércoles a la mañana, fue por accidente y no existen indicios de que se hubiera tratado de una situación originada en un hecho de violencia de género, como llegó a sospecharse en un pasaje de la investigación.
El fiscal Alejandro Pellegrinelli reveló que la propia mujer, quien sufrió las lesiones de mayor gravedad, ratificó que no había existido ningún tipo de agresión por parte del hombre, que a su vez también se cayó de gran altura pero logró mantenerse en una saliente del acantilado aferrado durante casi una hora con su teléfono celular. Eso hizo que sus heridas fueran de carácter leve y despertó la inquietud entre algunos de los pesquisas.
De acuerdo a la reconstrucción del hecho en base a los datos reunidos en un principio, se supo además que existía entre ambos una restricción de acercamiento, lo cual en la noche del miércoles provocó que se llevaran a cabo averiguaciones para determinar si el hombre había sido denunciado previamente. La sorpresa entre los investigadores se produjo cuando descubrieron que, en este caso, había sido el hombre quien presentó dicho recurso para que la mujer no pudiera frecuentarlo.
Si bien esa requisitoria existió, la joven no habría sido debidamente notificada, por lo que tampoco cometió ningún delito ni falta al reunirse con el hombre este martes. De todas formas, esas cuestiones quedaron a un lado cuando la propia víctima manifestó, desde el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) y junto a su madre, que no había existido ningún tipo de situación violenta y que la caída fue producto de una imprudencia de ambos.
Se supo también que el hombre decidió permanecer junto a la mujer en el nosocomio mientras se halla internada. Inclusive, fue aceptado como uno de los acompañantes que puede ingresar a la habitación donde está internada y se relaciona con la familia -padres y hermanos- de ella.
Tenés que leerInvestigan un confuso accidente que acabó con una mujer herida al caer de un acantiladoVale recordar que el hecho se produjo el miércoles a la mañana en la zona de acantilados ubicada a la altura del kilómetro 533 de la ruta 11. Allí el hombre de 38 años y su acompañante, una joven mujer de 21 con quien había mantenido una relación sentimental en el pasado, estaban en un automóvil Peugeot 206. En ese momento, por las causas que se investigan ambos se precipitaron desde unos 20 metros de altura y la caída más grave fue la de la joven, que terminó tendida sobre la playa.
El hombre quedó en una saliente enganchado con su propio teléfono celular, al que utilizó como una “piqueta” y pudo mantenerse en ese sitio, golpeado, hasta que llegó el personal de rescate. Como en un principio no estaba claro si se había tratado o no de un accidente, en vez de recaer bajo el fuero de la Fiscalía de Delitos Culposos, la investigación del caso quedó a cargo del fiscal Alejandro Pellegrinelli.
Con información de La Capital (Mar del Plata)