Confirmaron la prisión preventiva por el femicidio de Daniela Cejas
Javier Eduardo Sen continuará tras las rejas mientras la causa sigue su curso. La fiscalía mantuvo firme su postura incriminatoria y adelantó que se trata de un delito por el cual corresponde prisión perpetua. La víctima fue hallada sin vida el 19 de enero en la sede de la Asociación Civil Generar, paradójicamente una institución dedicada a combatir la violencia de género.
Confirmaron la prisión preventiva por el femicidio de Daniela Cejas
La Justicia confirmó este miércoles la prisión preventiva para Javier Eduardo Sen (48), acusado por el femicidio de Daniela Cejas, ocurrido este verano en la sede de la Asociación Civil Generar. El juez de la Cámara de Apelación Penal de Santa Fe, Enrique Álvarez, rechazó el planteo de la defensa y por contrapartida, avaló la postura incriminatoria de la fiscalía, luego de que las partes expresaran sus argumentos durante una audiencia oral y pública celebrada al inicio de la semana.
“El material de cargo que ha desarrollado la fiscalía luce hasta aquí impecable y pese a la esmerada labor de la defensa, se tienen los elementos de convicción suficientes para afirmar que Javier Sen habría sido el autor del hecho”, sostuvo el Dr. Álvarez.
Además, remarcó “dos situaciones que hasta aquí no admiten un ápice de duda” y que hace que todas las miradas giren en torno suyo. Primero, se refirió al encuentro que iban a tener Sen y Cejas ese sábado 18 de enero, en horas de la noche, en el local de la ONG, como habitualmente lo hacían los días sábados desde que iniciaron una relación sentimental. Y en segundo término, que ello se pudo corroborar, gracias a la labor de los peritos de la Policía Científica, que lograron recuperar los mensajes de texto borrados por Sen tras ser descubierto el crimen.
En tal sentido, el magistrado se pregunto, “si no tuvo participación en el hecho: ¿porqué motivo borró los mensajes?”. Y contrapuso ese acto con el del marido de Cejas, que fue quien halló el cadáver, pero que apenas fue intimado por la policía (como sospechoso) entregó voluntariamente su teléfono para que se lo investigue y así despejar cualquier duda.
En definitiva, para el juez Álvarez “la fiscalía ha logrado un discurso sustentado en ciertos indicios que han sabido concatenar a fin de realizar una recreación histórica del luctuoso evento”. Por eso al menos en esta instancia del proceso “se pudo comprobar que: a) había una relación sentimental; b) que efectivamente Sen y Cejas se veían con habitualidad los días sábados en el local de la ONG, -día que ocurre el hecho-; c) que entre ambos había discrepancias en cómo seguir la relación (corroborado con distintos testimonios); d) los dudosos mensajes y/o llamadas a amigos de la occisa; e) sumado a que Sen borró los mensajes que había tenido con Cejas. Todo un combo de situaciones que bajo ningún punto de vista se pueden dejar de lado a los fines de analizar la prisión preventiva que hoy se discute”, cerró.
Sobre la evidencia
Al momento de dictarse la prisión preventiva para Sen, el Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (SPPDP) apeló la medida. La audiencia fue programada para este lunes 4 de mayo, en la que Sen apareció acompañado de nueva defensa, a cargo del abogado particular Juan Sebastián Oroño. En tanto la acusación lo hizo a través del fiscal Jorge Nessier.
Oroño cuestionó la autoría del hecho atribuido a su pupilo y dijo que “las evidencias presentadas por la Fiscalía son solo indicios, circunstancias ajenas al evento que se investiga”. Reclamó que no se haya hecho un reconocimiento en rueda de persona con el único testigo, que es un vecino que la noche del crimen vio entrar a una persona a la casa de calle 4 de Enero. Pero además, criticó la figura legal empleada, ya que “nada pudo ser probado” “en lo atinente a la figura de femicidio”.
El fiscal Nessier por su parte, recordó las circunstancias y lugar del ataque, así como la causa de la muerte de Cejas, que resultó asfixiada, además de los golpes que presentaba el cuerpo. Tras ello, hizo una reflexión y descartó “totalmente que los operadores de la Fiscalía hayan actuado con animo de algún tipo de repercusión mediática”, como deslizó la defensa.
También dijo que “se realizaron las medidas correspondientes para descartar o no su participación” respecto del esposo de Cejas y que “se descartó el móvil de robo”, porque nada faltó del lugar a excepción del celular de la víctima. Repasó los pormenores del caso que luego fueron valorados positivamente por el camarista y ante la crítica por la falta de un “móvil” en la investigación, Nessier contestó que “no es necesario establecer un motivo para acreditar la violencia”, sino que “los elementos que se encuentran reunidos son mas que suficientes” para mantenerlo preso hasta el juicio.
El auto, la puerta, el cadáver
Daniela Cejas tenía 41 años, era licenciada en Trabajo Social, madre de dos hijos, trabajaba en Cilsa y ocupaba la vicepresidencia de Generar, una asociación civil dedicada a la lucha contra la violencia de género. De hecho, el sitio donde fue hallado su cadáver la mañana del domingo 19 de enero, era la sede de la institución, donde además funcionaba un Centro de Día para mujeres en situación de violencia. La mujer perdió contacto con su círculo íntimo la noche del sábado 18 de enero, lo que llevó a su esposo a emprender la búsqueda por los lugares que Daniela solía frecuentar. Así fue que el hombre se dirigió en su moto hasta el inmueble de calle 4 de Enero al 6.681 del barrio Mayoraz, donde funcionaba la ONG. Allí estaba estacionado su auto. Tocó timbre, pero nadie respondió y como la puerta estaba sin llave decidió entrar. Apenas vio a Daniela tendida en el suelo salió corriendo y a los gritos comenzó a pedir ayuda en plena calle.
Tras la llegada de los médicos y la policía, se constató el deceso de la mujer, y el marido, que la había encontrado, se convirtió en el primer sospechoso. Sin embargo, rápidamente constataron que era ajeno al crimen.
Un rostro, un símbolo
El femicidio de Daniela Cejas tuvo amplia repercusión por las especiales circunstancias que lo rodearon. Habían matado a una luchadora por los derechos de las mujeres y vaya paradoja, el asesinato había sido cometido en el lugar a donde acudían otras víctimas en busca de ayuda y consuelo. El nombre de Daniela no tardó en convertirse en un símbolo y su rostro sonriente recorrió las portadas de medios de todo el país. Pero lo peor a esa altura era que el caso se asomaba impune.
En medio de algunas voces críticas, la Fiscalía de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación (MPA) inició una investigación que comenzó a dar sus frutos cuando desde el círculo íntimo de la víctima aportaron el nombre de Javier Sen. Para ese entonces, el hombre, con el cual Cejas había iniciado una relación, acompañaba las marchas para pedir justicia e incluso abrazó a la madre de Daniela durante el velorio.
Fue detenido el 13 de febrero en su casa. Al día siguiente, la fiscal Ana Laura Gioria le imputó el “homicidio calificado por el vínculo, mediando violencia de género en su carácter de autor”; y el 16 de febrero, antes de que transcurriera un mes del hecho, el juez Sergio Carraro le dictó la prisión preventiva.