El Litoral
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) remitió a la justicia un minucioso informe que determina en un 99,99% la coincidencia entre los perfiles genéticos de la madre y la hija de la víctima.
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La Justicia Penal de Vera recibió este viernes un informe del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en el que confirman que los restos óseos hallados el 26 de agosto pasado en un arroyo del paraje El Bonete del departamento Vera pertenecen a la joven Rosalía Jara, desaparecida el 1° de julio de 2017 de su casa de la localidad de Fortín Olmos.
El documento fechado el 8 de noviembre está dirigido al juez de la Investigación Penal Preparatoria, Gustavo Gon, y lleva la firma del doctor Luis Alberto Bosio y la licenciada Sofia Egaña, ambos integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
El estudio realizado por los especialistas fue solicitado por el Ministerio Público de la Acusación y el Colegio de Jueces de Vera entre el 10 y 11 de septiembre último. La medida probatoria refería a la “realización de pericial antropológica y de ADN” para determinar científicamente si los restos hallados se correspondían con los de la chica Jara, a pesar de que los familiares de la joven desaparecida ya habían reconocido sus ropas.
El 12 de septiembre un equipo de la División Científica Forense de la policía provincial viajó a Buenos Aires para poner a disposición del EAAF el material secuestrado, en el marco de la causa que tiene al profesor de Educación Física, Juan Oscar Valdez, como único imputado y privado de su libertad.
Estricto protocolo
Las cajas recibidas fueron abiertas el 19 de septiembre a las 10.30 bajo un estricto protocolo de seguridad, para resguardar la cadena de custodia, informaron fuentes del caso.
El material analizado lo constituyen “evidencia biológica -restos óseos-, evidencia no biológica -vestimenta y calzado-, muestra de sedimento y documentación pericial en formato papel”, señaló el EAAF.
El cotejo se realizó con muestras de hisopado bucal y de sangre tomadas a la madre y a la hija de Rosalía y el informe especificó detalles con respecto a la edad, la contextura física, la existencia o no de lesiones traumáticas y el tiempo de exposición al medio ambiente o data de la muerte, entre otros.
Puntualmente sobre el tópico “causa de muerte”, la Justicia solicitó a los especialistas que determine si fue por “lesiones traumáticas”, “por asfixia” o “cualquier otra causa”.
Las respuestas fueron categóricas en cuanto a que “la totalidad de los elementos corresponden a un mismo individuo”, de sexo “femenino” y cuyo rango etario refiere a un “adulto joven entre los 17 y 21 años” de complexión pequeña.
Golpe en la mandíbula
A propósito de las lesiones que se evidencian en el cráneo (fracturas superficiales y lineales en hueso temporal, parietal derecho y parietal izquierdo), serían “compatibles con alteraciones post mortem”. Por contrapartida, existen “lesiones traumáticas perimortem”, es decir “vinculadas a las circunstancias de la muerte de la persona” y éstas se encuentran “en macizo facial izquierdo y compatible con trauma contuso”.
No obstante, desde el punto de vista osteológico (es decir a partir del estudio de los huesos) no se puede determinar si la muerte se debió a lesiones traumáticas, asfixia, o cualquier otra causa.
Por último “el tiempo que ha transcurrido entre la muerte de la persona y el momento de su hallazgo no puede determinarse dada la carencia de elementos que permitan su datación, tales como presencia de tejidos blandos o fauna cadavérica para análisis entomológico”, completaron los científicos.
>>> 99,99%: también se enviaron muestras óseas al Laboratorio de Genética Forense (LGF) del EAAF de la ciudad de Córdoba. De la comparación de las muestras óseas del esqueleto y muestras de sangre de la madre y la hija de Rosalía Jara surge que la probabilidad de que la muestra pertenezca a la joven desaparecida “es superior a 99,99%”. “Por lo tanto se concluye que los restos estudiados corresponden a la Srta. Rosalía Jara, nacida el 12 de septiembre de 1997 y desaparecida el 1ero de Julio de 2017”.
Desaparición y muerte
En la tarde noche del domingo 26 de agosto, dos cazadores hallaron restos óseos en cercanías del puente sobre el arroyo Golondrina en el paraje El Bonete, más precisamente en el kilómetro 35 de la Ruta Nacional 98 del departamento Vera.
Los restos, un cráneo y otras piezas, fueron encontrados en un campo cercano al cauce de agua, una zona situada en el valle de inundación del arroyo que como consecuencia de la pronunciada bajante los dejó al descubierto.
Las ropas, una campera y una zapatilla rosada sin cordones, serían las que la joven de Fortín Olmos llevaba puestas en la noche de su desaparición el 1º de julio de 2017.
Por el caso, el profesor de Educación Física, Juan Valdez, fue imputado en julio del año pasado por el delito de retención y ocultamiento de persona agravado en perjuicio de Rosalía Jara.
Para el fiscal de la causa, Gustavo Latorre, de acuerdo con las pruebas existentes, está probado que Valdez fue el último que estuvo con la joven antes de que desaparezca si dejar rastros. El acusado es padre biológico de la única hija de Rosalía Jara, y por la cual la joven le reclamaba que se hiciera cargo de la paternidad. Esa circunstancia es calificada como la principal causa por la cual habría hecho desaparecer a la joven madre.