Jueves 10.8.2023
/Última actualización 11:41
Hugo, un barrendero que llevaba a su hija al colegio, vio el robo e intervino para frenar el ataque. El hombre detalló cómo fue la dramática situación. “Sentí que estaba gritando la nena, la estaban arrastrando de los pelos con la moto y cuando me crucé la soltaron”, explicó. Tras esa situación, los delincuentes escaparon y ella cayó al asfalto.
Cómo fue el ataque y la ayuda que recibió la menor
Morena Domínguez fue asesinada en Lanús este miércoles cuando estaba por ingresar a la escuela N°60 de la localidad de Villa Diamante. Dos motochorros la interceptaron a metros de la entrada y la golpearon.
“Yo la vi cuando dejé a mi nena en el colegio, doblé la esquina y ahí sentí los gritos y cuando me vieron que me abalancé sobre ellos la soltaron, pero vi cuando le pegaron”, señaló. “Les tiré unos manotazos y la largaron, es increíble, todavía no puedo caer con lo que pasó”, sumó.
Los sospechosos detenidos por el crimen de Morena Domínguez en Lanús.Tras ello, contó que “se acercó un hombre que la quiso alzar”. “Ahí llegué yo, me arrodillé y la tuve un ratito entre mis brazos, hasta ahí estaba viva”, señaló el jubilado.
El dramático relato del barrendero que intentó ayudar a Morena tras el ataque: “Le dolía mucho la panza”
Hugo contó que Morena “estaba muy agitada” y que “se tocaba la panza porque le dolía mucho”. “Le dije ‘mamá, no te agites que te hace mal’ y se calmó un poco”, indicó y explicó: “Cuando yo me acerqué tiraron la mochila, no la se llevaron”.
Además, reveló que “entre los dos (agresores) la golpearon”. “Eran muchachos grandes y estaban con casco”, sostuvo.
Morena Domínguez, de 11 años, murió luego de se atacada por motochorros cuando ingresaba a su escuela, la Almafuerte N°60, en Lanús Oeste.A partir de allí, el hombre se quebró y entre lágrimas se preguntó: “Pobrecita, pobre criatura, ¿por qué? Sacarle la vida por un celular”, dijo con la voz notablemente quebrada.
También contó que hace pocos días su esposa e hija vivieron una situación parecida a pocas cuadras del lugar y se quejó de la demora de la asistencia médica. “La ambulancia tardó casi media hora, los patrulleros aparecieron después de que pasó todo el quilombo, eso me da tristeza”, lamentó.
“La verdad es que se me cayó el alma al suelo porque la tuve entre mis brazos, pobrecita. Lo que es la vida, por una porquería la mataron”, dijo y volvió a quebrarse