Un productor frutihortícola santafesino detenido la semana pasada en la zona del Puerto local fue condenado este martes por haber golpeado y amenazado a su ex pareja; y por haber infligido una prohibición de acercamiento para con la víctima que fijó el año pasado un tribunal de Familia.
La jueza Susana Luna declaró culpable a Rodolfo Domingo Mastrángelo, de 53 años, por los delitos de "lesiones leves dolosas, agravadas por el vínculo"; "amenazas simples"; y "desobediencia de mandato judicial", según consta en el acuerdo de juicio abreviado rubricado el sábado 2 de abril entre la fiscal Milagros Parodi y la defensa del acusado, a cargo de los abogados del Estudio Díaz Duarte, Esteban Yossen y Agustín Márquez.
La pena, de tres años de prisión condicional, incluye normas de conducta, que Mastrángelo deberá cumplir a rajatablas para no volver tras las rejas. Entre las más importantes cuentan una medida de distancia de 500 metros para con la víctima y cuatro miembros de su entorno; y la realización de un "tratamiento de reeducación emocional".
El caso, que tomó estado público la noche del martes 29 de marzo, cuando se produjo la detención del hombre en un departamento de la zona del puerto, sacó a relucir una historia de violencia de género en la cual el hostigamiento y la persecución fueron una constante.
La víctima, de 37 años, había descubierto apenas unas semanas antes, la instalación de una cámara de videovigilancia clandestina, ubicada frente a la puerta de su casa en el barrio Guadalupe residencial. Por el hecho existe una denuncia en la Seccional 8va. que se suma a un cúmulo de evidencias que ratifican el contexto de acechamiento permanente que sufría la mujer.
De hecho, en junio de 2021 había sido imputado y recuperó la libertad con restricciones, por dos episodios ocurridos en abril y mayo, que implicaron golpes y amenazas.
Otro dato singular que la fiscal Parodi expuso ante la jueza refiere a la contratación por parte de Mastrángelo, de servicios de hackeo para poder acceder a las cuentas de redes sociales de su expareja. El 13 de marzo, a través de su perfil de Facebook, el acusado ingresó al grupo "Hakers en internet", donde solicitó el trabajo a piratas informáticos. "Se que es un trabajo, por lo tanto absolutamente reservado" posteó el contratante, que recibió como respuesta la frase: "Escribime por privado", de lo cual se deduce que hubo una intervención posterior en ese sentido.
En la audiencia de juicio abreviado del sábado pasado, la jueza Luna destacó la calidad de la evidencia recabada en poco tiempo por la fiscal Parodi, que "logró demostrar que el condenado había instalado en la vía pública una cámara de video con la cual vigilaba a su expareja, dispositivo que fue decomisado después de que el hombre asumió su responsabilidad penal".
Para la fiscalía, "desde fines de enero de este año hasta el miércoles de la semana pasada, el condenado llevó a cabo conductas de persecución, acoso y hostigamiento en contra de su expareja", actos los cuales "estaban expresamente prohibidos en una orden judicial que impedía que Mastrángelo tuviera contacto por cualquier medio con la víctima", señala el MPA en un parte de prensa.
Por otro lado, quedaron acreditados hechos que habían sido imputados el año pasado, cuando amenazó de muerte a su expareja en reiteradas oportunidades y, al menos una vez, la golpeó en la cabeza y en diferentes partes del cuerpo.