Los dos hombres imputados por el robo y copamiento de la subcomisaría 20 de Arroyo Leyes, ocurrido la madrugada del 17 de noviembre pasado, quedaron en prisión preventiva. Así lo resolvió el juez Leandro Lazzarini, en una audiencia realizada el viernes por la tarde.
La cautelar de máxima fue solicitada por los fiscales al frente de la investigación, Rosana Peresín y Manuel Cecchini, de la Oficina de Flagrancia e Investigación del MPA santafesino. El abogado particular Gabriel Luna había rechazado la medida, proponiendo alternativas, las cuales fueron consideradas insuficientes por el magistrado.
Así, Luis Alberto Leguizamón, un electricista de 44 años, y su sobrino Matías Exequiel, de 23, permanecerán tras las rejas mientras la causa avanza. Se les atribuyen los delitos de “robo calificado por el uso de arma de fuego y por haber sido cometido en un lugar poblado y en banda (dos hechos)”, y “privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometido con violencia”.
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Riesgos altos y seguros
La Fiscalía valoró la decisión del magistrado de imponer la privación de la libertad preventiva durante todo el proceso: “El juez hizo lugar a nuestro pedido y entendió que había elementos suficientes para sostener la probable autoría de los dos hombres en los hechos investigados”.
“Al fundamentar su decisión de imponer la cautelar privativa de libertad, el magistrado también consideró que son elevadas las penas previstas en el Código Penal para los delitos investigados”, señalaron los fiscales.
Además, Peresín y Cecchini destacaron que “el juez sostuvo que, en caso de que los imputados hubieran recuperado su libertad, había riesgos altos y seguros de entorpecimiento probatorio a raíz de que aún hay personas que participaron de los hechos ilícitos y están prófugas, y también considerando que aún restan diligencias investigativas por realizar”.
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Los hechos investigados fueron cometidos el jueves 17 de noviembre entre las 00:30 y la 1:10 de la madrugada en la subcomisaría -20 ubicada en el kilómetro 14 de la ruta provincial número 1- y en una vivienda particular que está a 50 metros de la dependencia policial.
Según se indicó en la audiencia, “los investigados actuaron en conjunto con al menos otras seis personas. Ingresaron a la subcomisaría con armas aptas para efectuar disparos y, mediante el uso de violencia, redujeron a un subinspector y a una suboficial que en ese momento estaban cumpliendo tareas como personal policial”.
Fue entonces que “les sustrajeron sus armas reglamentarias, el cargador de una de ellas y también se apoderaron de un chaleco balístico, una escopeta, las llaves de la dependencia, sus celulares personales y un móvil policial”.
En cuanto el robo a la vivienda vecina, los fiscales señalaron que “se concretó mientras Luis Leguizamón y otra persona -aun no identificada- se quedaron en la subcomisaría y mantuvieron ilegítimamente privados de su libertad a los dos policías mediante el uso de armas de fuego”.
“Matías Leguizamón y al menos cinco personas más ingresaron a la vivienda particular y golpearon de forma violenta a las víctimas, al mismo tiempo que les exigieron la entrega de dinero”. Al respecto, se indicó que “se apoderaron del automóvil de la familia, de seis mil pesos en efectivo y de diversos elementos personales”.
“Una vez que finalizaron el robo, volvieron a la dependencia policial y desde allí, los dos imputados y quienes también participaron de los hechos se dieron a la fuga en el móvil policial, en el vehículo que habían sustraído momentos antes y en un automóvil con el cual habían llegado al lugar donde cometieron los ilícitos”.