Un jubilado de 85 años fue víctima de una estafa, cuando un hombre se presentó en su domicilio y se hizo pasar por un contador del banco para robarle miles de dólares.
El delincuente, un hombre de joven edad, fingió ser un trabajador del banco que iba para cambiar los billetes de “cara chica” por unos de “cara grande”.
Un jubilado de 85 años fue víctima de una estafa, cuando un hombre se presentó en su domicilio y se hizo pasar por un contador del banco para robarle miles de dólares.
El hecho ocurrió el pasado martes, durante el mediodía, en la localidad de La Laguna, en el departamento General San Martín, provincia de Córdoba.
El delincuente, de joven edad, se presentó en la casa del anciano y tras una larga conversación, lo convenció de ser el contador de un banco que iba a cambiar los billetes de “cara chica” por unos de “cara grande”.
La nieta del damnificado, habló a medios locales y explicó: “El suceso inició con un llamado que le hicieron cerca de las 13 horas, cuando alguien se hizo pasar por mi mamá y le dijo que iba a ir una persona del banco a buscar la plata”.
Luego agregó: “A la media hora llegó un chico, tocó el timbre y mi abuelo lo dejó pasar a la casa." El muchacho tenía la historia bien ensayada, y tras una convincente charla le hizo creer al jubilado que era un empleado del banco que solo pasaba a retirar los dólares.
La nieta siguió relatando el suceso y contó que segundos después de que el hombre entrara en la casa, su abuelo recibió otra vez un llamado del mismo número.
En esta llamada, el segundo estafador se hizo pasar por la hija del jubilado, diciendo que tenía que entregar los dólares al supuesto contador del banco. "Él se dio cuenta en ese momento que algo estaba mal pero le dio miedo porque tenía al hombre dentro de su casa”, expresó la nieta de la víctima.
Cuando el señor de mayor edad comenzó a sospechar que algo estaba mal con la situación, le pidió al estafador que le muestre algún tipo de identificación. Sin embargo, el joven pretendió haberse olvidado su DNI y aseguró que tenía órdenes desde sus superiores de llevar el dinero al banco lo más pronto posible.
Acto seguido tomó los billetes y se retiró rápidamente de la vivienda, mientras que el jubilado seguía discutiendo por teléfono con el otro estafador, quien se había hecho pasar por su hija.
Por último, la nieta comentó: “En total se llevaron siete mil dólares. Le dieron un disgusto muy grande. Se siente muy mal, muy inseguro porque entraron a su propia casa. Lo podrían haber golpeado. Lo estudiaron todo. Sabían datos sobre él”.
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