Un joven fue agredido en la plaza Urquiza de Coronda, departamento San Jerónimo, por un grupo de muchachos a la salida de un baile, el domingo por la madrugada y, como consecuencia terminó sufriendo importantes lesiones aunque ninguna de gravedad, afortunadamente.
Si bien la denuncia recién fue interpuesta ante la Comisaría Primera este lunes en horas de la tarde, la agresión contra el joven ocurrió al parecer como “rebote” de algo ocurrido durante una pelea masiva anterior en un baile “pata-pata” de la Avenida Costanera, en la misma noche. Además existen videos de lo ocurrido en los dos lugares.
En primer lugar, el domingo por la madrugada, según la información brindada por la policía local, cuando había personal asignado como adicional, entre 8 y 10 jóvenes se trenzaron en dos bandas a golpes de puño, generando un tumulto en la pista bailable ubicada en la bajada de San Jerónimo y Avenida Héctor López –Costanera- por lo cual intervinieron los agentes con apoyo de la seguridad privada del lugar, logrando disuadir la gresca. Al menos en ese sitio no hubo más problemas después.
A partir de allí dos de los concurrentes y participantes de esa pelea fueron sacados del lugar, mientras que todo volvió a la calma… pero al parecer no tanto porque una escena en particular de esta gresca habría generado lo peor que pasó luego en la madrugada corondina.
Eso explicó Verónica Bravo, la madre de Mauricio, de 19 años, el joven que fue atacado por varios adolescentes en su mayoría.
Testimonio de la madre
“Mi hijo había salido con una amiga, fue al baile, ahí se armó una pelea entre pibes, yo vi un video y se ve que él no peleó con nadie, pero se observa que uno de los chicos revolea una botella la cual pega en un parlante y los vidrios saltan sobre mi hijo y otros asistentes, entonces él increpó a ese chico que fue sacado por un policía, mi hijo se quedó” ante lo cual “tipo 6 se iba con unas amigas y un grupo de chicos comienzan a silbarlo, insultarlo, decirle de todo, él no respondió, al ver que no contestaba, le tiraron ladrillos, a una de las chicas le pegaron en el hombro”, contaba la madre, lo narrado a su vez por su hijo.
“Cuando pasó la Jefatura por calle San Martín y la –ex– Escuela Normal, lo golpearon en el brazo con un ladrillo, vino otro corriendo, lo quiso tirar al suelo y no pudo, mi hijo luego se dio vuelta, y entonces vinieron varios más, lo llevaron a la plaza y le pegaron patadas, piñas, de todo, nunca se cayó al suelo, pero al escuchar la sirena de la policía los muchachos esos huyeron”. Luego, en el dramático relato, Verónica expresó a El Litoral que “Mauri salió entonces por San Martín, y frente a una heladería cayó de rodillas, y la chica que lo acompañaba se largó a llorar y, a pesar de todo, siguieron caminando pero con dificultad. Es lo que me contó y lo que declaró en la comisaría”, aclaró la madre. Varios de los agresores fueron identificados en la denuncia pero la mayoría eran menores de edad, al parecer.
Como Fernando…
En estos tiempos donde la susceptibilidad por este tipo de hechos se acrecentó producto del juicio vinculado con el homicidio de Fernando Báez Sosa, la madre no pudo evitar trazar un paralelismo y de hecho, su hijo también lo hizo.
“Ayer él me lo iba diciendo, le dolían las costillas, la espalda, el estómago, y como podían ser lesiones internas le dije que vaya al médico, y ahí él me decía que cuando le tiraron la última piedra ´me acordé de Fernando Báez mamá´, me dijo. Me quería morir de la angustia… pero tenía razón, uno nunca sabe en qué va a terminar algo así” y finalizó diciendo que “hasta ahora no caigo… Esto pudo ser peor, con mi hijo o con cualquier otro, con los botellazos y piedras que tiraron y todo lo que pasó, fue terrible, pero ahora la denuncia ya está hecha, lo llevaron a que lo revisen y la policía y la Justicia tendrán que actuar”.