"Para él soy una cosa, no tengo derecho a vivir, ni a ser feliz"
Se trata de la historia de Silvina, qjue vive junto a sus dos hijas, y se vio en la obligación de echar a su pareja de la casa. "Es otra persona, jamás pensé que iba a llegar a este extremo", confiesa.
Archivo El Litoral ¿Para qué hacés la denuncia? le preguntaron en una ocasión en la comisaría, hasta que finalmente recibió la ayuda del Área Mujer municipal.
"Durante meses vivimos encerradas porque él nos seguía a todos lados" se lamenta Silvina, quien después de 13 años de convivencia y dos hijas en común jamás pensó que protagonizaría una historia marcada por la violencia de género. Hoy él está en prisión preventiva, pero la tranquilidad es momentánea ya que asegura que "no creo que recapacite" porque "cree que soy una cosa de su propiedad".
Sentada en el comedor de su casa de barrio Los Hornos, la misma en la que vivió escenas violentas y recibió amenazas de muerte, Silvina cuenta cómo el padre de sus hijas se transformó en un completo desconocido. "Es otra persona, jamás pensé que iba a llegar a este extremo" comenta mientras asegura que después de tantos años de estar en pareja nunca creyó que le tocaría vivir una situación semejante.
Actualmente Miguel Alejandro Palacios (40) se encuentra privado de su libertad luego de que el juez Alejandro Tizón confirmara en segunda instancia su prisión preventiva. El 6 de agosto fue condenado -luego de que firmara un juicio abreviado- por diversos hechos de violencia de género a una pena de tres años en suspenso y se le impusieron reglas de conducta, las cuales transgredió en menos de 48 horas. Volvió a agredir a Silvina, y finalmente quedó tras las rejas.
Al acecho
Luego de años de una mala relación fue ella la que decidió separarse cuando "empecé a ver que consumía mucho alcohol y la situación no daba para más", por lo que le pidió que se fuera de su casa. Durante más de un año el hombre puso excusas y la violencia comenzó a aumentar. "Decía que no tenía a dónde ir, pero tiene familia en Santo Tomé. Yo estoy sola" y además la vivienda es propiedad de ella.
Silvina decidió recurrir a la Justicia, y en diciembre de 2019 consiguió una orden de exclusión del hogar, que fue dictada por el Tribunal Colegiado de Familia Nº 3. Cuando fueron a notificarlo ya se había ido, "le acomodé las cosas y lo hice salir" porque "estaba muy agresivo". Desde entonces comenzó a presentarse "todo el tiempo", hasta que un día llegó alcoholizado e intentó ingresar a la fuerza.
La policía se lo llevó y se le informó la existencia de la orden, que incluía una medida de distancia de 200 mts. "A partir de ahí empezó una cosa tras otra", venía y rompía cosas de la casa, profería insultos y amenazas, pasaba en moto por la calle y se paraba en la esquina, al acecho. También, se alquiló un departamento en el barrio.
Guillermo Di Salvatore Todos los hechos reseñados se inscriben en un contexto, no sólo de violencia de género, sino de violencia en general , dijo el camarista Alejandro Tizón.
"Todos los hechos reseñados se inscriben en un contexto, no sólo de violencia de género, sino de violencia en general", dijo el camarista Alejandro Tizón.Foto: Guillermo Di Salvatore
Golpes y lesiones
Silvina relata que "hubo una época de más tranquilidad", en la que pensó que lo peor ya había pasado. Sus hijas querían verlo y ella, confiada en que "las personas recapacitan", le permitió tener contacto con las niñas de 4 y 8 años. "Él no quería que yo rehaga mi vida, siempre que salía a hacer un mandado era un escándalo" y cuando la violencia se volvió física "corté todo definitivamente".
Un sábado sus hijas se reunieron con la familia paterna, quienes "dejaron que se alcoholice sabiendo que estaba con dos criaturas" y más tarde, en vez de dejar a las nenas en su casa "las llevaron al departamento" de Palacios. "No me las quiso devolver", asegura Silvina, y pasó a relatar cómo su ex la golpeó delante de las niñas.
Recurrió a la comisaría, donde se encontró con frases como: "¿Para qué hacés la denuncia?" y "Vos sos loca, ¿para qué le diste a las criaturas? Es tu culpa". A pesar de que no quisieron tomarle la denuncia, insistió en dejar constancia de lo sucedido y un médico legista constató las lesiones. Nada hicieron para devolverle a sus hijas, hasta que al otro día la Secretaría de la Mujer intervino y "lo convencieron".
La niñas no volvieron a ver a su padre, a excepción de las veces que aparecía por su casa para agredir a su mamá. Recién en agosto, "cuando puse un abogado", la situación cambió. Silvina señala que luego de que el Dr. Ignacio Alfonso Garrone interviniera en la causa su ex fue imputado.
"Soy una cosa"
"Nadie, ni él ni la familia comprenden la gravedad de la situación. Porque él me amenazó que me iba a matar, un montón de veces". "Para él soy una cosa, no tengo derecho a vivir, ni a ser feliz, ni a nada". El miedo continúa latente, ya que si bien actualmente Palacios está privado de su libertad, esto no ha impedido que desobedeciera la prohibición de contacto que se le impuso.
Silvina relata que el tío de sus hijas, que es policía, se acercó a su hogar y le entregó una carta que iba dirigida a las niñas. La sensación de inseguridad fue superada solo por un profundo sentimiento de indignación: "Es un policía sumariante, probablemente le tome denuncias a mujeres violentadas".
La cárcel no es una solución definitiva y "no sé cómo va a ser su conducta cuando salga, -pero- espero que su familia tome conciencia" e intervenga. "Voy a hacer todo lo necesario" para poder vivir con tranquilidad, las nenas están recibiendo asistencia psicológica y Silvina continúa trabajando para mantener a su familia con la seguridad de que "por lo menos mientras él esté detenido va a estar todo bien, después no sé".
"Sin fundamentos"
El abogado defensor César Rojas recurrió la resolución que condena a Miguel Alejandro Palacios. También apeló la prisión preventiva, alegando que su ex se encarga de realizar denuncias "sin fundamentos".
El juez de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Alejandro Tizón, confirmó la cautelar de máxima impuesta en primera instancia, dando por acreditados con el grado de probabilidad exigido en esta etapa "que el imputado ha sido autor de los hechos por los que se encuentra sometido a proceso", que incluyen amenazas e incumplimiento de mandatos judiciales.
En la resolución del 27 de octubre el magistrado señaló que "todos los hechos reseñados se inscriben en un contexto, no sólo de violencia de género, sino de violencia en general". Además, consideró que las manifestaciones de la víctima "denotan claramente el encuadramiento de las conductas analizadas dentro de un patrón de comportamiento relacionado con la creencia de Palacios de que la señora es de su propiedad".
En Tribunales
La primera intervención judicial fue en diciembre del año pasado, con una medida de distancia, impuesta por los Tribunales de Familia, que incumplió. Fue condenado en agosto a una pena de tres años de ejecución condicional, y actualmente se encuentra en prisión preventiva por haber violado nuevamente las condiciones para su libertad.