Miércoles 10.11.2021
/Última actualización 10:18
"Él cree que soy un objeto de su propiedad" señaló Silvina en el juicio contra su ex pareja, acusado de diversos delitos cometidos en un contexto de violencia de género. Durante más de 2 horas se explayó acerca de su relación, el "calvario" de los meses siguientes a la separación, y cómo siquiera una condena judicial logró frenar los ataques.
Este martes, el juez Sergio Carraro dio inicio al debate contra Miguel Alejandro Palacios (41), acusado de siete hechos ocurridos entre enero y agosto de 2020. La fiscal Milagros Parodi y los abogados querellantes Ignacio Alfonso Garrone y Clara Vázquez pretenden que se lo condene a 5 años de prisión, y que a esta pena se sumen los 3 años que se le impusieron el año pasado en un juicio abreviado.
El defensor particular César Rojas solicitó la absolución de culpa y cargo de su cliente, tras asegurar que quedará acreditado que "no existieron" los delitos endilgados (desobediencia de mandato judicial -en seis oportunidades-, amenazas simples -en cuatro- y lesiones leves dolosas agravadas). También manifestó que en caso de condena la pena debería ser unificada, y esta "nunca puede alcanzar la excesiva pena de 8 años".
Mauricio Garín El defensor César Rojas pretende la absolución del acusado.El defensor César Rojas pretende la absolución del acusado. Foto: Mauricio Garín
Trece años en pareja, diez conviviendo, dos hijas en común y un sinfín de situaciones violentas que fueron escalando con el tiempo, es lo que le quedó a Silvina de la relación con Palacios. Fue la primera en declarar en el juicio en su contra.
Él fue retirado de la sala a pedido de la fiscalía, para preservar a la víctima, y escuchó el testimonio de ella vía videoconferencia. Los nervios de Silvina eran palpables, durante su larga exposición sus manos nunca dejaron de temblar.
Antes de referirse a las sendas denuncias que realizó en contra del padre de sus hijas, contó cómo lo conoció y los inicios de su relación, pasando por las quejas porque ella ganaba más dinero, tenía un trabajo más estable y era dueña de la casa en la que convivían -herencia paterna-, hasta el consumo abusivo de alcohol por parte del acusado -que fue empeorando a la par de los malos tratos-.
También habló de los celos enfermizos que tenía Palacios, que le hacía planteos si tenía cualquier tipo de contacto con otros hombres -desde colegas de trabajo hasta el chofer del transporte escolar de sus hijas- y llegó incluso a contactar a las parejas de estos hombres para contarles del supuesto "affaire".
"Yo no tenía vida social", aseguró Silvina, que con el correr del tiempo limitó cada vez más sus lazos interpersonales para evitar conflictos, mientras debió hacerse cargo ella sola de la crianza de sus hijas y atender a sus responsabilidades familiares y laborales.
Mauricio Garín La fiscal Milagros Parodi, de la Unidad de Violencia de Género, Familiar y Sexual (GEFAS)La fiscal Milagros Parodi, de la Unidad de Violencia de Género, Familiar y Sexual (GEFAS) Foto: Mauricio Garín
"No vas a poder"
"Con el transcurso de los años se fue agudizando", recalcó la mujer. Mientras ella vivía para sus hijas y se pasaba el día entero en su casa, su pareja salía y se reunía con sus amigos. Según contó, volvía borracho y agresivo.
Si bien le planteó en varias oportunidades que la relación no daba para más y que deberían separarse, "él me decía todo el tiempo 'vos sola con las nenas no vas a poder', hasta que me lo terminé creyendo".
Recién en diciembre de 2019 pudo ponerle fin a la pareja, luego de verse obligada a abandonar su hogar junto a sus hijas "con lo puesto" porque su pareja estaba alcoholizado y muy violento. Fue entonces que, según las palabras de la fiscal Parodi, logró "apartarse del sometimiento, de la dominación y de la cosificación que venía sufriendo por parte de Palacios, y dio cuenta por primera vez la violencia sufrida".
El Tribunal Colegiado de Familia N° 3 le otorgó la exclusión del hogar, la cual fue notificada a Palacios con dos días de retraso. Junto a esta orden, Silvina tramitó una medida de distancia respecto a sí misma y a su domicilio. Sin embargo, el acusado alquiló un departamento en la misma zona y comenzó a acechar la vivienda, hostigarla con llamadas constantes, insultarla y amenazarla casi a diario.
Durante la primera parte de 2020, hasta mediados de agosto cuando Palacios quedó en prisión preventiva, la vida de Silvina estuvo marcada por el continuo "tormento" que él ejercía. A partir de las 17, horario en el que él salía del taller mecánico en el que trabajaba, ella y sus hijas se encerraban en su casa y soportaban durante horas sus gritos, parado en la puerta del frente, sumado a una infinidad de llamadas y agresiones verbales.
Una noche, Palacios se llevó a las nenas a un cumpleaños familiar y no las regresó a su hogar. Cuando Silvina las fue a buscar, se encontró con un hombre iracundo que la tomó del cuello, la azotó contra una pared y la levantó del suelo, asfixiándola. Fue rescatada por un vecino, pero no logró llevarse a las pequeñas con ella.
Frente al juez, relató que en la comisaría no le quisieron tomar la denuncia y que cuando pidió ayuda para recuperar a las niñas porque el padre "no estaba en condiciones" para cuidarlas se encontró con frases como "para qué se las diste", "él es el padre y tiene derechos" y "ya vamos a ver si mañana podemos hacer algo".
Insistió, un médico legista constató las lesiones en su cuello y al día siguiente se coordinó la entrega de las menores en la Comisaría.
Según lo estipulado por la Oficina de Gestión Judicial (OGJ), este martes declararían todos los testigos. Pero ante lo extenso de los relatos, algunos de ellos serán escuchados por el juez este miércoles. Se prevé que el viernes por la mañana el Dr. Carraro de su veredicto.