Mientras investigan el crimen de Anahí Benítez, la adolescente que apareció asesinada en una reserva natural en Lavallol (Lomas de Zamora), surgió una nueva hipótesis: se sospecha que una persona, hasta el momento no conocida, podría haber participado en el suceso.
Para los investigadores, el principal sospechoso, y único detenido, Marcos Bazán no habría actuado solo. Esta línea investigativa toma fuerza a raíz del trabajo del perro de la policía que marcó primero la casilla donde vivía el acusado y después, el lugar donde encontraron enterrado el cuerpo de la adolescente. Se trata de un trayecto de por lo menos 300 metros en el que no se detectó ningún signo de arrastre.
Ese indicio llevó a los investigadores a especular con la existencia de una segunda persona, con auto, que podría ser el autor material del crimen. Ese individuo, según la hipótesis, podría haber recurrido a Bazán para que lo ayudara a trasladar el cuerpo. En ese sentido, una de las claves para el avance de la causa será la declaración de nuevos testigos.
Cabe señalar que, en las últimas horas se conoció el informe definitivo de la autopsia, que reveló que sería imposible que la menor hubiera sido enterrada con vida ya que, aunque tenía "tierra en la lengua", no había rastros en los pulmones.