En septiembre del año pasado, un tribunal juzgó a Lourdes Seniquel por la muerte de Ayrton Díaz, un joven de 21 años que fue apuñalado en el cuello la madrugada del 25 de septiembre de 2021 en su casa de Santo Tomé.
Esta semana se realizó la audiencia de apelación ante la cámara. Familiares, amigos y conocidos del joven se manifestaron en la Plaza de Mayo, frente a los tribunales.
En septiembre del año pasado, un tribunal juzgó a Lourdes Seniquel por la muerte de Ayrton Díaz, un joven de 21 años que fue apuñalado en el cuello la madrugada del 25 de septiembre de 2021 en su casa de Santo Tomé.
En el proceso oral ella reconoció que lo había matado, pero aseguró que era víctima de violencia de género y actuó en defensa propia. Los jueces -de manera unánime- terminaron absolviéndola, por el beneficio de la duda. El jueves de esta semana, la fiscalía y la querella apelaron ante la cámara, con una manifestación de familiares y conocidos de la víctima en la Plaza de Mayo.
En la audiencia, la fiscal del caso, Ana Laura Gioria, planteó agravios en torno a dos cuestiones.
"Por un lado insistimos en que no existía el contexto de violencia de género. Por otro, que es más técnico, también estamos convencidos de que no se trató de un caso de legítima defensa. Esos fueron los dos ejes que, nosotros consideramos, el tribunal analizó mal. Lo otro que decimos es que los jueces, en vez de desarrollar la prueba, analizarla y llegar a una conclusión, hicieron el camino inverso. Primero, es convencieron de que Lourdes era víctima de violencia de género y luego analizaron todo desde esa premisa", explicó la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación.
A su turno, el abogado de la querella, Martín Risso Patrón, coincidió con lo planteado por la representante del Ministerio Público de la Acusación.
Señaló que su principal crítica al fallo de primera instancia es que los jueces "sostienen que hubo violencia de género, aunque claramente no la hubo. Ella lo sometía. Toman la declaración de la imputada y, al considerarla víctima de violencia de género, le creen todo lo que dice. Sin embargo, ella reconoce que le mintió a la psicóloga, a la policía y a la fiscal cuando dijo que no había sido ella quien lo mató. Apenas arrancó el juicio reconoció que les mintió a todos. Entonces, hasta qué punto miente o dice la verdad".
Para Risso Patrón, no hay pruebas que acrediten la violencia de género, aunque sí reconoció que en la relación entre Díaz y Seniquel las agresiones eran moneda corriente. "Quedó demostrado que él le daba su sueldo y ella era quien manejaba el dinero. Ella le controlaba a él los horarios. Cómo se puede hablar de sometimiento", se preguntó.
"En una causa anterior, en la que ella denunció violencia de género, ambos sufrieron lesiones, pero las de ella demandaron dos días de curación y las de él tres", añadió.
El abogado también hizo hincapié en la conducta que la joven, de 18 años en aquel momento, tuvo luego del hecho.
"Claramente se desprende que ella nunca se sintió inocente sino culpable. No le dijo a nadie que se había defendido. Se llevó el teléfono de Ayrton, le sacó el chip y lo escondió para que no lo encuentren, quemó la ropa que tenía puesta, quemó las zapatillas, lavó la bicicleta y se llevó el arma que usó. Se llevó todas las pruebas y le prendió fuego a la casa. Cuando ella se fue el muchacho todavía estaba con vida. Hay rastros de sangre que muestran que trató de escapar por otra puerta, pero estaba con llave. Y si le salía bien, si se quemaba la casa, tal vez nunca se hubiese podido demostrar que murió apuñalado y no en un incendio", enumeró.
Por su parte, el abogado defensor de Seniquel, Nicolás Mosconi, también apeló el fallo y reclamó que se quiten a la mujer las costas del proceso.
El tribunal estuvo presidido por el juez Bruno Netri e integrado por los doctores Alejandro Tizón y Roberto Reyes.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.